Tras publicar un artículo científico en la revista Open Access Biology, la profesora investigadora de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), Maestra en Ciencias América Martínez, busca hacer conciencia sobre la extinción del agave mezcalero y la forma de rescatarlo.
El artículo “Micropropagation of Seed-Derived Clonal Lines of the Endangered Agave marmorata Roezl and Their Compatibility with Endophytes”, publicado recientemente en la Revista Open Access Biology, nació de la idea de salvar de la extinción un agave mezcalero.
Este trabajo busca incidir en la biología y ecología de los agaves con el uso de herramientas biotecnológicas, para restaurar y conservar un ecosistema en el cual el Agave Marmorata Roezl es esencial por las interacciones con otros organismos (polinizadores y microorganismos del suelo) y además que sirva como un modelo para recuperar la flora de México.
Este trabajo ha resaltado la importancia del uso de las semillas en temas de restauración y conservación para la obtención de material vegetal óptimo para la propagación in vitro. Muchos de los métodos hoy en día publicados sobre propagación hablan de usar “el mejor tejido”, pero la selección parte de una planta madre que es genéticamente idéntica a la que se va a producir, por lo que el material que se está seleccionando no es diferente genéticamente de lo que ya existe en el campo; además que la propagación masiva puede conducir a que las plantas producidas sean susceptibles a enfermedades y/o plagas.
“Queremos salvar la especie. La conservación del equilibrio ecológico y mantener la industria del mezcal, no debe contraponerse”, menciona la MC América Martínez, autora principal del artículo y egresada de la carrera de Biología de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG).
Por lo que en esta línea de investigación no se busca manipular la genética de la planta, sino conservar el potencial de la genética natural que ha sido guardada en la semilla.
Experimentalmente se valoró la capacidad de germinación de semillas colectadas en Oaxaca de una planta con un tiempo de maduración cercano a los 30 años. Esto permitió obtener el material vegetal con el mayor vigor, seleccionando aquellas de mejor capacidad competitiva y de crecimiento óptimo, para después ser evaluadas por la producción de tejido vegetal en un sistema “in vitro”.
Uno de los resultados más destacados es la producción de brotes en las líneas inducidos por la hormona 6-Bencil aminopurina (BAP) que sobrepasan en número, lo que se ha registrado en otras investigaciones publicadas.
Se obtuvieron 3 líneas clonadas con características fisiológicas diferentes y para aumentar la certeza de dichas diferencias, se midió la acumulación de algunos compuestos bioactivos como saponinas, flavonoides y ácidos fenólicos. Cabe resaltar que estas moléculas pueden ser usadas en la industria farmacéutica como antioxidantes y antitumorales. “Al propagarlas “in vitro” se puede reducir el tiempo de obtención de estas moléculas”, señaló la también Candidata a Doctor en Ciencias en el programa PNPC de Maestría y Doctorado en Ciencias e Ingeniería de la UABC.
A pesar de que la diferencia en el contenido general de los bioactivos entre las líneas es mínima, al momento de analizarlas por espectrometría de masas MALDI-TOF y cromatografía de líquidos encontramos diferencias de concentración de algunas moléculas en lo particular. En esta sección del proyecto, fue destacada la participación de la Dra. Celia Beltrán, Investigadora invitada en el grupo de investigación.
Para que la planta pueda ser introducida al medio ambiente, debemos asegurarnos desde el laboratorio “la sobrevivencia y adaptación en los ambientes hostiles y a suelos de poca nutrición”, mencionó la también profesora del curso de Biotecnología vegetal para la carrera de Ingeniería en Biotecnología.
Para reforzar su adaptación, usamos bacterias endófitas con capacidades promotoras del crecimiento y protección contra estrés en las plantas, con la intención de aumentar las posibilidades de adaptación, sobrevivencia y cumplir su ciclo (30 años).
A partir de esto se mostró la compatibilidad que tiene cada microorganismo endófito con la planta huésped, demostrando así la especificidad y aceptación de la planta a lo que se le añade biológicamente.
El trabajo doctoral se realiza en el grupo de investigación del Dr. Miguel J. Beltrán García en el Decanato de Diseño, Ciencia y Tecnología de la UAG, en colaboración con Investigadores de la Universidad Autónoma de Baja California, la Universidad Guadalajara y la Universidad de Sao Paulo en Brasil.
trabajo de investigación es considerado por la MC Martínez como su “proyecto de vida” como investigadora.