Chetumal, 3 de julio.— El delegado del Instituto Nacional de Migración (INM) en Quintana Roo, Ángel Ramírez Florescano, fue señalado de operar junto con algunos colaboradores una red de tráfico ilegal de extranjeros y de extorsionar a quienes buscan legalizar su estancia en el estado.
Ramírez Florescano es otro de los recomendados por el superdelegado Arturo Abreu Marín que es denunciado por incurrir en actos de la delincuencia organizada en Quintana Roo, en esta ocasión el tráfico ilegal de indocumentados.
Se le acusa de operar una red de tráfico ilegal de indocumentados, especialmente cubanos, venezolanos, argentinos y nicaragüenses, utilizando contra su voluntad al personal del Instituto, pero también ha incrustado a personas que no aparecen en nóminas federales ni en documentos oficiales.
Los inconformes aseguran que Ramírez Florescano incrustó de manera ilícita a Jorge Alejandro Mendoza Villegas, quien tiene acceso libre a todas las oficina de Migración en Quintana Roo y a las terminales aéreas de Cancún y de Chetumal.
Sin ser oficial de Migración, pues no tiene con registro en el Instituto ni aparece en nómina, Jorge Alejandro Mendoza Villegas porta una credencial que lo acredita como subdirector de área del INM.
Según la identificación número P40871 expedida por Aeropuertos del Sureste (Asur), el sujeto, quien que oficialmente no forma parte de la plantilla del INM, tiene acceso a todas las áreas restringidas dentro de los aeropuertos.
Ante el evidente delito de usurpación de funciones, ese sujeto porta la credencial de manera irregular para cumplir los encargos de tráfico de ilegales por los que cobra millonarias cantidades de dinero Ángel Ramírez Florescano
Según los mismos denunciantes hay tres variantes del tráfico de indocumentados: una es la llegada por la vía aérea, marítima y terrestre de grupos numerosos de extranjeros ilegales a los que se les hacen documentos falsos que justifiquen su estancia legal en el país.
La segunda es con extranjeros que buscan realizar sus trámites de manera legal, a quienes les hacen que paguen para no demorar sus trámites.
La tercera es la cacería de extranjeros y extranjeras que trabajan en hoteles, centros nocturnos y otros lugares, a quienes lejos de extraditar, negocian para que a cambio de fuertes cantidades se les otorgue documentación que acredite su estancia.
El delegado federal del INM cuenta con otra cómplice más fuera de la dependencia para concretar el tráfico de indocumentados en Playa del Carmen: Mariana Garduño, quien negocia en los pasillos de la Plaza Antigua en Playa del Carmen, quien ignora la existencia de un subdelegado cargo, René Medrano Domenzain, pues ella hace el trámite, que le es autorizado en Cancún.
Esta mujer, quien se dice abogada, ubica a los extranjeros que requieren algún trámite en los pasillos de la oficina del INM en Playa del Carmen para someterlos a las extorsiones que ordena Ramírez Florescano, en cuyo nombre, exige fuertes cantidades de dinero a extranjeros que ingresan o se encuentran en Quintana Roo.
Ante esas anomalías, muchos de los extranjeros afectados enviaron cartas a la titular de la Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, a quien pidieron su intervención para que los dejen de hostigar.