“El quinto paso de Irán a la hora de reducir sus obligaciones es negarse a cumplir con la última de las limitaciones prácticas clave del Plan de Acción Integral Conjunto sobre el número de centrifugadoras”, advierte la nota publicada por el Gobierno iraní.
Teherán añade que seguirá cooperando con el Organismo Internacional de Energía Atómica como hasta ahora y que está preparado para volver a cumplir con sus obligaciones si las sanciones que pesan sobre el país desaparecen.
Poco antes, el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, el español Josep Borrell, debatió con su homólogo iraní, Mohamad Yavad Zarif, los últimos sucesos en la región y la importancia de conservar el acuerdo sobre el programa nuclear de Irán. Borrell confirmó su disposición de actuar en calidad de coordinador en aras de lograr la unidad de los demás firmantes de pacto, que mantienen firma su propósito de cumplirlo al pie de la letra.
El jefe de la diplomacia de la UE expresó su profunda preocupación ante el asesinato del general iraní Qasem Soleimani, efectuado por las fuerzas estadounidenses en Irak.
El Grupo 5+1 (China, EU, Francia, Reino Unido y Rusia más Alemania) e Irán firmaron en 2015, tras varios años de negociaciones, el llamado Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC), que imponía ciertas limitaciones al programa nuclear iraní para excluir su dimensión militar, a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales.
En mayo de 2018, EU rompió el Plan de Acción Integral Conjunto y empezó a imponer sanciones contra Irán con el argumento de que ese país seguía desarrollando armas nucleares.
Washington rechazó todos los informes del OIEA que confirmaban que Teherán estaba cumpliendo cabalmente los acuerdos.
En mayo de 2019, un año después de la retirada de EU, Irán comenzó a recortar gradualmente el cumplimiento de sus compromisos nucleares ante la falta de avance del resto de países signatarios para contrarrestar las restricciones norteamericanas.