Israel seguirá intentando mediar entre Rusia y Ucrania aunque el éxito parezca improbable, dijo el domingo el primer ministro, Naftali Bennett, tras regresar de unas conversaciones sorpresa con el presidente ruso Vladimir Putin.
Ucrania ha solicitado que Israel sirva de intermediario, citando las buenas relaciones del gobierno tanto con Kiev como con Moscú.
La oficina de Bennett dijo que había hablado tres veces durante el fin de semana con el presidente ucraniano Volódimir Zelenski.
En declaraciones televisadas a su gabinete, Bennett no dio detalles sobre su reunión de tres horas en el Kremlin con Putin el sábado, diciendo sólo que tenía “la bendición y el estímulo de todas las partes”, una alusión a Estados Unidos, entre otras potencias.
Seguiremos ayudando allí donde se solicite, aunque las posibilidades no sean grandes”, prometió Bennett.
Bennet consideró que Israel tiene un “deber moral” en su intento por mediar la situación, ya que cuenta con la posibilidad de acceder a todas las partes involucradas.
Los dos líderes volvieron a hablar por teléfono el domingo, según el Kremlin, y discutieron los “contactos más recientes de Bennett con líderes de varios países”.
De forma paralela, Bennett habló con los líderes de Alemania y Francia, mientras que su ministro de Relaciones Exteriores, Yair Lapid, tenía previsto reunirse el lunes en Riga con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, según funcionarios israelíes.
Israel ha condenado la invasión rusa de Ucrania, ha expresado su solidaridad con Kiev y ha enviado ayuda humanitaria.
No obstante, Bennett no ha atendido las peticiones ucranianas de ayuda militar y ha mantenido abiertos los canales con Rusia, con la que Israel coordina sus operaciones contra los despliegues iraníes en Siria.
Raíces judías
Unos 90 niños de un orfanato judío de la ciudad ucraniana de Yitomir fueron trasladados en avión desde Rumanía a Tel Aviv el domingo.
Soy Naftali, el primer ministro de Israel”, dijo Bennett, que subió al avión después de que éste aterrizara, a un niño, dándole un beso en la cabeza antes de conducirlo fuera de la aeronave.
En Twitter, Bennett dijo que el grupo, acompañado por miembros de Jabad-Lubavitch, un movimiento religioso judío mundial, llevaba más de una semana huyendo de batallas y bombardeos.
La ministra del Interior, Ayelet Shaked, dijo que Israel, que tiene una población de 9.2 millones de habitantes, se está preparando para una “ola muy, muy grande” de inmigración provocada por el conflicto.
Esto podría suponer la acogida de más de 200 mil ucranianos que son judíos o tienen vínculos familiares judíos y más de 600 mil rusos en las mismas categorías, señaló.