El presidente Joe Biden da sus primeros pasos importantes hacia la despenalización de la marihuana, al cumplir la promesa de campaña de eliminar las condenas federales previas por posesión y comenzar el proceso para relajar la clasificación federal de la sustancia.
Biden concederá un indulto el jueves a todos los delitos federales anteriores de simple posesión de marihuana, una medida que altos funcionarios del gobierno dijeron que impactará a miles de estadounidenses.
“Enviar a personas a prisión por posesión de marihuana ha volcado demasiadas vidas y ha encarcelado a personas por conductas que muchos estados ya no prohíben”, dijo Biden en un comunicado. “Los antecedentes penales por posesión de marihuana también han impuesto barreras innecesarias al empleo, la vivienda y las oportunidades educativas. Y aunque las personas blancas, negras y morenas consumen marihuana a tasas similares, las personas negras y morenas han sido arrestadas, procesadas y condenadas a tasas desproporcionadas”.
También alentará a los gobernadores a tomar medidas similares para indultar los cargos estatales simples de posesión de marihuana, y encargará al Departamento de Salud y Servicios Humanos y al secretario de Justicia Merrick Garland que revisen “rápidamente” cómo se regula la marihuana según la ley federal.
Las medidas no llegan a la despenalización total, que ha gozado de un apoyo creciente entre ambos partidos políticos. Pero son los primeros pasos significativos que da un presidente de EE.UU. para eliminar las sanciones penales por posesión de marihuana.
La marihuana es ilegal según la ley federal, incluso cuando los estados individuales se han movido hacia el uso legal con fines recreativos y médicos. Según la Ley de Sustancias Controladas de 1970, la marihuana se incluye en el Anexo 1, lo que significa que “no tiene ningún uso médico actualmente aceptado y tiene un alto potencial de abuso”.
Eso ha dejado algunos usos abiertos a enjuiciamiento, incluso en lugares donde el consumo de marihuana es legal.
Como candidato, Biden no llegó a respaldar la legalización de la marihuana con fines recreativos. Pero adoptó una postura hacia la despenalización.
“Nadie debería estar en la cárcel por culpa de la marihuana. Como presidente, despenalizaré el consumo de cannabis y eliminaré automáticamente las condenas anteriores”, dijo durante la campaña presidencial.
La flexibilización de las normas federales sobre la marihuana ha cobrado fuerza en los últimos años a medida que se legaliza en un número creciente de estados. A fines de 2020, la Cámara de Representantes aprobó una medida que despenalizaría la marihuana a nivel federal, aunque no fue aceptada en el Senado controlado por los republicanos.