Ciudad de México.- Jorge Romero Herrera, virtual presidente electo del Partido Acción Nacional (PAN), rechazó las recientes declaraciones de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien esta mañana lo calificó como el “jefe del cártel inmobiliario” y lo señaló de conservador. En una entrevista con EL UNIVERSAL, Romero Herrera lamentó que la mandataria lo ataque en su primer día como líder electo del PAN sin darle “ni un segundo de beneficio de la duda.”
Romero Herrera negó categóricamente las acusaciones y calificó de “imaginario” al supuesto cártel mencionado por Sheinbaum, afirmando que no existe ninguna imputación legal en su contra. “No hay una sola imputación a mi persona, ni siquiera una fase de algún procedimiento. No han podido ni podrán”, aseveró el próximo dirigente del PAN, destacando que él ha sido objeto de persecución por parte de gobiernos anteriores.
El virtual presidente del PAN manifestó que no se enganchará en lo que considera un “garlito” y aseguró que su enfoque será convertirse en una “oposición más inteligente” que responda a los ataques sin dedicar todo su tiempo a ellos. “Si creen que ahora todo mi día va a girar en torno a contestar lo que ella dijo sobre mí, están mal”, puntualizó Romero.
Además, Romero Herrera celebró que la presidenta ya lo “tiene en su cabeza” y aseguró que seguirá en la mira de Sheinbaum, aunque aclaró que no se dejará arrastrar por sus ataques. Pese a las tensiones, el panista hizo un llamado al diálogo directo con la mandataria federal para trabajar en soluciones conjuntas en beneficio de la ciudadanía.
“Convoca el PAN al diálogo con este gobierno por la gente, por el país, y para intentar tener un diálogo del cual surjan soluciones para la gente, no entre partidos o entre fuerzas políticas. Ya si ellos nos quieren dejar con la mano extendida, allá ellos”, expresó Romero, invitando a la administración federal a aceptar su propuesta de diálogo.
El líder electo finalizó recordando que su oferta de diálogo es un intento de construcción para el país, señalando que el gobierno deberá decidir si acepta el intercambio de ideas o si opta por “otros seis años con un segundo piso de hacer que todos los demás ni existimos ni nos habrán de hablar.”
Estas declaraciones llegan en un momento de intensas diferencias políticas y representan un llamado a la colaboración que podría marcar el rumbo de las relaciones entre el gobierno federal y el PAN en el periodo electoral que se avecina.