Hace ocho años escribí una breve semblanza de Juan José Morales para Latitud 21, que hoy transcribo:
Juan José Morales es un joven afable, culto y correcto de setenta y pocos años. Llegó a Cancún en 1975, cuando apenas se estrenaban las primeras autoridades municipales y el primer gobierno del entonces flamante estado de Quintana Roo. Llegó con un sólido prestigio ganado a pulso en la capital del país como precursor del periodismo de divulgación científica en México. Llegó y aquí echó renovadas y fecundas raíces.
Pocos tienen la autoridad de Juan a la hora de emitir un juicio. Su voz tiene un peso que no viene del poder económico –no lo tiene- ni de la fuerza política –no le interesa- sino de su autoridad moral. La de Juan es una voz autorizada para hablar de casi todos los temas, pero sobre todo los que se refieren al medio ambiente, a historia, la regional especialmente, y a todas las cosas que atañen a la condición humana. Juan sabe de todo, o de casi todo, que no es lo mismo pero es igual. Y camina entre nosotros con la cálida sencillez de un hombre que sabe que es de aquí y de cualquier parte del mundo.
Es, como ya dijimos, pionero del periodismo de divulgación científica y ha sido galardonado por las máximas instituciones de educación e investigación de nuestro país por su contribución a la divulgación de la ciencia. Cuando en las páginas de los periódicos nadie abordaba los temas científicos, Juan lo comenzó a hacer con éxito. De tal manera que en la actualidad casi todos los periódicos y revistas serios tienen espacios dedicados a la ciencia.
Tiene una admirable capacidad de trabajo. Es organizado, metódico, puntual. Tiene siempre el dato esencial a la mano. Es un hombre serio, lúcido y lúdico. Es una persona en la que se puede confiar. Y esto no es poca cosa.
Ha escrito casi una veintena de libros como el de los Humedales de la Península y el de Los Huracanes.
Está íntimamente vinculado al proyecto y a la trayectoria del Colegio Itzamná, del cual han egresado centenares, miles ya, de jóvenes que pasan con excelencia los exámenes para ingresar a la UNAM y al tecnológico de Monterrey.
Fue pionero de los programas de divulgación científica en Radio Universidad, hizo memorables reportajes en Contenido –de la que es fundador- como los dedicados a Pancho Villa y al volcán Paricutín. Continuará.
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