El Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en Quintana Roo, presidido por Verónica Lezama Espinosa, realiza una labor titánica al acercar los servicios que ofrece a la población quintanarroense, especialmente a los más vulnerables.
Quizá, por ser una posición honorífica, no atrae mucho interés de aquellos periodistas dedicados a replicar cada acción de gobierno. En el DIF, más que recibir, muchas veces hay que dar. Estoy seguro de que la mayoría de las personas que trabajan en esa noble institución tienen amor y compasión por sus semejantes.
El DIF es la piedra angular que sostiene la “cara amorosa” del Gobierno del Estado, ya que, además de atender a grupos vulnerables como personas de la tercera edad, con discapacidades, niñas y niños, familias en pobreza extrema y mujeres embarazadas, también distribuye desayunos escolares y brinda apoyo durante la temporada de invierno con el programa ‘Cobijando con amor’.
Además, organiza actividades recreativas, talleres de manualidades, brinda asistencia psicológica y asesoría jurídica; contribuye a la erradicación de la violencia contra las mujeres, y procura evitar el maltrato infantil y la trata de menores, entre muchas otras actividades que, por cuestiones legales, no se divulgan.
Para ser más específico, es en el DIF, tanto estatal como municipal, donde se entregan sillas de ruedas, bastones, medicamentos, se realizan traslados de pacientes, se brinda ayuda alimentaria y asesoría para la familia. Esta institución realmente contribuye de manera directa a la reconstrucción del tejido social y a la mejora de la calidad de vida de los quintanarroenses, en particular de los habitantes de la zona maya y de las áreas marginadas en las cabeceras municipales.
El DIF también cuenta con un brazo ejecutor para recolectar donaciones: las Damas Voluntarias, quienes organizan actividades de recaudación como el “Desayuno del Sombrero”, boteos en cruceros, rifas de artículos donados, entre otras iniciativas para obtener los recursos necesarios. Trabajan en conjunto con la Beneficencia Pública, Asociaciones Civiles, y organizaciones nacionales e internacionales.
Por su labor social, el DIF es y seguirá siendo la institución que cuida de los más desprotegidos, pero para ello necesita la ayuda de todos, no solo de quienes trabajan en él, sino de la sociedad en su conjunto. Ahí les dejo el comentario…
SASCAB
Ayer, por motivos de trabajo, tuve que viajar a Mérida. Durante el trayecto por la autopista, observé que el Tren Maya puede alcanzar velocidades de hasta 150 kilómetros por hora.
Puedo decir que, de Cancún a la capital yucateca, viajar en este tipo de transporte es seguro. Tiene paradas en Leona Vicario y Nuevo Xcán, en Quintana Roo; y en Valladolid, Piste (Chichén Itzá), Izamal y Teya, en Yucatán.
Ojalá podamos acostumbrarnos a usar este transporte ferroviario. Al menos en el tramo de Cancún a Mérida, el servicio es de primera; no nos engañaron.
En poco tiempo, el tren se conectará a la red eléctrica, y entonces sí, lo veremos correr hasta a 200 kilómetros por hora. Al tiempo…