Joaquín Hendricks Díaz asumió el gobierno del estado el cinco de abril de 1999. Días después anunció que un despacho especializado auditaría sólo el primer trimestre de ese año. Es decir, de enero a marzo, para saber en que situación financiera le habían entregado el gobierno. En un mensaje a la opinión pública, el gobernador Hendrciks señaló:
“Para acceder a los beneficios de la eficaz gestión administrativa que ofrecimos a la ciudadanía y par otorgar transparencia a nuestro desempeño, era necesario por principio de orden, saber en verdad con qué contábamos al inicio de la presente gestión administrativa; por lo que, se hizo obligado partir de un diagnóstico profesional de la situación en que recibimos el conjunto de recursos materiales, activos y pasivos del gobierno.
“Comprendimos el imperativo de conocer a fondo los pormenores del ejercicio presupuestal de 1999, durante el periodo enero – marzo, con objeto de verificar que el destino de los recursos y acciones del gobierno se hubieran orientado como la población lo demanda y como lo prescribe la ley…
“Con ese propósito, se contrataron los servicios de la firma freyssinier morin, bajo la encomienda de practicar una auditoría integral a las dependencias del poder ejecutivo, cuyos resultados empiezan a ser del dominio público y lo serán en su totalidad, en un plazo estimado de cuatro semanas…
“De esta forma, la auditoría pretende hacer frente a una demanda ciudadana por conocer más de su gobierno y del destino de los fondos públicos…
“La revisión del primer trimestre se dio en razón de la responsabilidad que tiene esta administrapión de dar cuenta del ejercicio enero – diciembre del presente año y no unicamente a partir del 5 de abril fecha de inicio formal de la misma. en el entendido de que la honorable viii legislatura aprobó la cuenta pública hasta el 31 de diciembre de 1998.
“Sin embargo la aprobación de una cuenta pública no libera de manera absoluta de eventuales responsabilidades provenientes de denuncias específicas. en un supuesto de esta naturaleza. En este contexto, en un marco de irrestricto apego a la ley y de respeto a la autonomía del poder legislativo y toda vez que este organo cuenta con toda la documentación de los ejercicios anteriores, se considera que no es competencia del ejecutivo revisar las cuentas publicas aprobadas por el congreso local”.
¿Que resultados arrojó la auditoría encargada por Hendricks? ¿Se encontraron severas irregularidades? Ya lo veremos en la siguiente columna. Continuará.
Correo: [email protected]
Twitter: @JorgeG512