Ni la pandemia de Covid-19 frenó la desbordada y adelantada carrera por las Presidencias municipales, las 11 alcaldías que tiene Quintana Roo. El 2020 atestiguó abiertos actos proselitistas de quienes tenías aspiraciones para contender y otros que estaba en su deseo reelegirse.
Algunos de estos disfrazados de asambleas, informe de actividades, encuentros empresariales y hasta saludos navideños, ya ni que decir de a quienes les cayó “como anillo al dedo” los embates de fenómenos climáticos.
Llegó 2021 y el jaloneo persistió y se hizo a un más cercano, sobre todo en aquellos municipios en la presidencia no es lo más importante que está en juego, sino el poner en manos de adversarios las cuentas públicas, los negocios, las fichas políticas, toda vez que esta elección será la antesala de la sucesión a gobernador.
Faltan escasas horas para que inicien de lleno las campañas a las presidencias municipales, días en los que más allá de las propuestas veremos y escucharemos encontrones entre rivales y sacando trapitos al sol.
La carrera ya se perfila como una contienda entre fuerzas y movimientos, con izquierdas y derechas unidas y partidos que no volveremos a saber de ellos pero que tendrán entretenido al elector. Las sorpresas no cesarán por el contrario el número de sorprendidos ira en ascenso y las autoridades electorales mucho espacio estará haciendo en el escritorio para la gran cantidad de expedientes de inconsistencias e impugnaciones que seguramente se pondrán sobre la mesa.
EN EL OJO DEL HURACÁN.
La Senadora por Quintana Roo, Marybel Villegas Canché, debería cambiar la estrategia si es que aún tiene el ánimo de seguir vigente en la vida política y pública del Estado o en todo caso reflexionar sobre lo que no está destinado para ella.
No le sale una desde hace mucho, por más que ha brincado, sonreído, casi llorado, no le pega una. Primero su intento de desprestigiar al gobernador Carlos Joaquín no se le dio y no se le vio refuerzo ni siquiera de quien mostraba ser su incondicional, el presidente López Obrador, toda vez que la relación federación- estado se torna estable.
La candidatura a la Presidencia municipal tampoco se le dio, mucho menos las impugnaciones ni locales ni federales le han dado la razón. Ahora le cancelan su “consulta ciudadana” prevista fuera otorgada el día de elección en el intento de echar abajo las concesiones de servicio de agua potable que tiene Aguakan en los municipios del norte.
El Instituto Electoral de Quintana Roo, tan fácil y sonoro se dijo imposibilitado pues no hay presupuesto ni se pretende gastar un recurso para avalar un acto protagónico cuando hay necesidades que cubrir.
Y es que dicha consulta tendría que salir de las arcas públicas como un recurso adicional y no es acto indispensable. Con este portazo, la Senadora Villegas ve finiquitado su ultimo de recurso por mantenerse en a la vista de los ciudadanos.
LO QUE LAS COPETUDAS CUENTAN.
Se entiende y es compresible que derivado de la pandemia y los protocolos de higiene, algunos sitios se mantengan cerrados o en su caso con acceso limitado, sin embargo, se debe considerar en algunos casos hacer excepciones, obvio cuando se reflexiona sin toques de arrogancia.
Resulta que si algún ciudadano desea ingresar a investigar o documentar los murales que se encuentran al interior del Congreso del Estado, le será al momento imposible pues no está permitido.
Lo negativo resulta cuando un medio de comunicación desea hacerlo, tiene impedido el acceso a un espacio que es un edificio público, no propiedad de nadie. Para tomar algunas muestras graficas que toma escasos minutos, hay que girar oficio de cita previa y esperar a ver si hay autorización para el ingreso.
¿Tan mal les dejaron en el ánimo los colectivos feministas? Como dijera la Tía Jovita “Quien todo puede ha de temerlo todo”.
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