La comedia “Ponte en mis zapatos”, estelarizada por Raúl Magaña y Tania Riquenes, quien alterna con la actriz Silvia Ramírez, celebró esta noche en el teatro Tepeyac de la Ciudad de México 200 representaciones.
En esta ocasión, los padrinos invitados para develar la placa conmemorativa por estas 200 funciones fueron Alejandro Tomassi, Julio Camejo, Laura Vignatti y Eduardo Arias, mejor conocido como “Lady Wuu!”.
La puesta en escena, que cuenta la relación de un matrimonio que con el paso del tiempo ha dejado de comunicarse y ha caído en la monotonía, además de divertir, invita reflexionar y, seguramente, muchos de los espectadores se sienten identificados.
Es así como la obra basada en el best seller de Ana Von Rebeur fue adaptada para un matrimonio mexicano, y es ahí donde los actores con sus puntadas logran arrancar las carcajadas de la gente.
Al término de la función, luego de que los actores Raúl Magaña, Tania Riquenes y Silvia Ramírez recibieron una merecida ovación, el productor Alejandro Medina, quien además dirige la obra, se dirigió al público y dijo:
“Estamos festejando la quinta temporada de ‘Ponte en mis zapatos’, una obra que a lo largo de tres años la hemos presentado en diferentes teatros y por breves temporadas, y es aquí en este teatro donde se ha montado en dos ocasiones con muy buenos resultados”.
Añadió que fue un acierto invitar a Raúl Magaña, quien ha estado desde el inicio de las temporadas, así como a las nóveles actrices Tania Riquenes y Silvia Ramírez.
“Cumplir 200 representaciones en estos tiempos es un gran logro y más si se hace en varias temporadas y en diferentes escenarios, pero el éxito se basa, además de en una buena historia, en un gran trabajo de los actores y este elenco así lo ha venido haciendo y esperamos que no solo sean 200 sino muchas representaciones más”.
Por su parte, Alejandro Tomassi, el padrino de honor, reconoció la labor del elenco, asegurando que tenía mucho que no se divertía tanto viendo una comedia teatral.
“Me encantó la obra, me identifiqué en muchas cosas, no una vez, ni dos, sino en muchas, con lo que estaba pasando en escena. Y el teatro está para eso, para decir cosas sin que nadie tenga nada qué decir.
“Al estar como espectador, me doy cuenta que la gente busca identificarse con lo que ve, y en esta obra vemos que con pocos elementos y unas grandes actuaciones logran una comedia encantadora y la gente se pone a pensar cómo sería la relación si la pareja se pusiera en los zapatos de la otra”.
Me divertí increíble y me sorprendió el trabajo de Raúl Magaña como actor de comedia, remató.