Julio César Silva Cetina
La Feria Internacional de Turismo (FITUR) 2025 en Madrid, un evento de gran relevancia para la promoción de destinos, deja claro que no todos los asistentes fueron preparados para aprovechar el potencial de este escenario global.
Quintana Roo, con su reconocida vocación turística, se hizo notar no solo por su oferta y el activismo de la gobernadora Mara Lezama, quien desplegó una intensa agenda de trabajo, sino por la gran cantidad de políticos, entre legisladores y funcionarios públicos que asistieron sin un programa de actividades y, peor aún, sin conocimiento suficiente sobre la materia.
Solo algunas autoridades municipales como Estefanía Mercado, de Solidaridad y Ana Patricia Peralta, de Benito Juárez, llevaron una misión definida.
La primera encabezó el lanzamiento de la marca Playa del Carmen, una iniciativa estratégica para dar identidad propia a este destino dentro de la Riviera Maya–, y la segunda gestionó una exposición con obras de Pablo Picasso.
La mayoría de los alcaldes, legisladores y demás funcionarios destacaron más por su improvisación.
Recorrer la Gran Vía, para tomarse fotos con las letras de Cancún, no es una agenda seria. Lucirían mejor tomándosela en playa Delfines.
Y esa improvisación la hicieron más evidente, cuando publicaron en sus redes sociales videos justificando su presencia.
Estos mensajes no pasaron de ser justificaciones vacías y superficiales.
Es evidente que muchos y muchas de quienes acuden al evento en desarrollo, demuestran que su presencia responde únicamente al protagonismo puro y llano. Solo para pretender sorprender con una imagen falsa de que impulsan una industria, cuyo motor está en el sector privado.
La falta de agenda y preparación quedó en evidencia. Más de un alcalde o alcaldesa dependió de las reuniones organizadas por la Gobernadora para tener su spot fotográfico.
Lo que realmente prevaleció fue una búsqueda desmedida de fotos y videos para llenar redes sociales, como en la última etapa del PRI.
La queja no solo vino de observadores críticos, sino de empresarios que asistieron con una agenda bien definida para cerrar acuerdos y promocionar los destinos turísticos.
Según algunos comentarios en privado, el exceso de políticos y funcionarios de Quintana Roo no solo resultó innecesario, sino que incluso estorbó en algunos espacios.
El turismo es el motor económico de Quintana Roo, y su promoción requiere más que fotos y frases vacías.
A estos eventos no se va con ocurrencias.
FITUR y cualquier otro evento de su tipo, no puede seguir siendo un pretexto para viajes sin sustancia, sino un espacio donde se definan estrategias concretas para el desarrollo turístico.
De lo contrario, solo se seguirá alimentando la percepción de que en los municipios lo más importante es la forma y no el fondo.
PLATEA
Hasta las figuras públicas que optaron por no ir, arquearon las cejas al enterarse del nutrido contingente caribeño.
LUNETA
Comentan que las únicas ferias en las que realmente debería participar el alcalde de José María Morelos, Erik Borges Yam, son las ferias ganaderas. Tiene en la Expomor una gran carta de presentación y quizá ahí sí pueda presumir de experiencia.–Cancún, Quintana Roo, enero de 2025.