
La “nueva” clase política quintanarroense, esa especie de potaje enrollado en los colores de Morena, se volcó el jueves en torno al secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard, quien llegó a Cancún para inaugurar las nuevas oficinas de esa dependencia, que fueron alejadas del centro para ser reubicadas en la zona hotelera.
Algo está viendo el alto mando morenista que ha decidido ponerle más canicas a Marcelo Ebrard, pues hasta hace poco la línea era para apoyar incondicionalmente a la jefa de gobierno de la ciudad de México Claudia Sheimbaun.
Pero ella ha quedado atrapada en su reducto, en conflictos políticos permanentes y con los accidentes e incidentes continuos en el metro, que han afectado su imagen.
En más de una ocasión Claudia Sheimbaun fue sorprendida por un conflicto o una emergencia estando fuera de la capital mexicana.
Esas circunstancias la han obligado a quedarse encerrada, ante la falta de motivos para estar de gira en el interior de la república.
De modo que empieza a notarse un giro, que ayer se vio de cerca en Quintana Roo, en donde Marcelo Ebrard no solo estuvo arropado y mimado por esa “nueva” clase política quintanarroense, sino también por personajes oscuros que siempre se han aprovechado del poder y que representan todo, menos la filosofía que se pregona desde la Cuarta Transformación.
Para muestra, un botón. Allí estaba por ejemplo el polémico ex alcalde de Benito Juárez Carlos Canabal Ruiz a escasos dos metros de Ebrard, aplaudiendo, tratando de llamar la atención, buscando saludar al funcionario.
A excepción de las diputadas del PAN y de Movimiento Ciudadano, que son dos, con Ebrard estuvo toda la XVII Legislatura. Incluso, el diputado “sin partido” Julián Ricalde Magaña, quien el domingo pasado estuvo arropando a Gerardo Fernández Noroña, se acordó que es el coordinador estatal del activismo del canciller y no se perdió el momento.
Lo mismo que el diputado federal del Verde Juan Carrillo Soberanis, uno de los principales operadores del régimen estatal y que tiene mano en la sucesión municipal de Isla Mujeres.
Empresarios y presidentes municipales, todos convocados por la gobernadora Mara Lezama Espinosa, estaban como nunca antes alrededor de Marcelo Ebrard, primero acompañándolo en la inauguración de las nuevas oficinas, luego escuchándolo de cerca en una reunión privada sólo con dirigentes de Morena, Verde y PT y después en una charla con presidentes municipales, para decirles cómo internacionalizar a los municipios quintanarroenses, que de por sí son los más internacionales de México.
Al canciller se le vio contento, muy contento junto a una gobernadora diligente que le facilitó toda la logística, atendiendo justamente a la investidura de Ebrard, pero reconocimiento también las grandes posibilidades de ser el próximo candidato de Morena a la presidencia de la República, probablemente por encima de Claudia Sheiumbaun que se va desinflando.
Solo faltaron el diputado federal Alberto Batun y Anahí González, quien es la coordinadora estatal del proyecto de la jefa de gobierno de la ciudad de México.
Sólo ellos faltaron en la foto que ni Claudia Sheimbaun tiene en Quintana Roo.
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