El término gobernanza empezó a acuñarse a partir de 1990, cuando el mundo entró de lleno a la globalización económica y las sociedades empezaron a influir de manera determinante en la toma de decisiones de los gobiernos, como por ejemplo en la revolución de terciopelo que hizo a un lado la cortina de hierro y demolió el muro de Berlín.
Aunque se trata de una acepción que ya manejaba Platón, para los filósofos, politólogos contemporáneos su uso se hizo necesario a partir de los 90 para describir las transformaciones que se producían en el contexto de la globalización, para las cuales consideraban insuficiente la aplicación del término gobierno.
Con la globalización surgieron empresas multinacionales con presupuestos superiores, incluso, a países enteros y organizaciones no gubernamentales con una creciente capacidad de acción y presión en los ámbitos local, nacional e internacional. En Quintana Roo, por ejemplo, hay empresas que manejan presupuestos por arriba de municipios como Othón P. Blanco, Cozumel o, incluso, de Benito Juárez.
Los especialistas afirman que los gobiernos han pasado de ser la referencia central de la organización política a ser una de sus componentes.
En el trienio 1993-96, como alcalde de Benito Juárez Carlos Cardín Pérez acuñó el término “cogobierno” para referirse a la relación de su administración con la naciente sociedad civil.
Y en ese sentido, en el marco de la llamada gobernanza, el alcalde Paul Carrillo dio esta semana un empujón hacia la consolidación de la participación de organismos civiles en la toma de decisiones para el futuro de Benito Juárez..
El lunes inauguró los foros a través de los cuales se impulsa la participación social en la elaboración del plan municipal de Desarrollo. Se trata de una iniciativa totalmente abierta, incluso, a los partidos políticos.
Ayer participó en la primera junta de trabajo de la plataforma ciudadana para la rendición de cuentas, denominada “¿Qué cuentas Benito?”, que surgió como iniciativa de la sociedad civil en el trienio pasado, cando se formó un comité ciudadano por la transparencia y que la administración de Paul Carrillo decidió darle continuidad.
De hecho, una de las primeras acciones de gobierno del alcalde fue ratificar la continuidad del llamado “Alcoholímetro”, que también es una iniciativa ciudadana.
En el evento de ayer, el nuevo presidente del Comité Ciudadano por la Transparencia, Juan Ignacio Athié Lambarry, destacó la decisión de Paul Carrillo de promover la consolidación de la colaboración ciudadana en las acciones de gobierno.
“Es indispensable para la transformación de la ciudad”, subrayó.