POR JANYNA RIVERA
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No se trata de referirnos al clásico libro “rebelión en la granja” que, aunque muy atinado y descriptivo, estos párrafos corresponden al domingo de registros a las once alcaldías municipales.
Los pollos y gallinas cacarearon, masticaron maíz, hicieron mucho ruido se agriparon y estornudaron infectando de todo lo posible la contienda, hicieron tanto ruido, pero volaron tan bajo que terminaron empollando los huevos de otros.
Aparecieron especímenes nuevos, de esos que no ves comúnmente por las granjas, que se tendrán que adaptar en la medida de lo que cueste la supervivencia alimentaria, pero que seguramente desaparecerán o porque otro más fuerte se los comió o en el mejor de los casos, migrarán.
Los borregos que solo pastan y hacen bolitas en el zacate no pueden faltar o aquellos toros que bien puestos y fornidos saben cuál será la toreada y van con todo.
Y así cada espacio de la granja política, sin olvidarnos del chiquero, ese que se enlodó, gruñó, donde todos los que lo agremian se engordaron pidiendo prebendas para negociar y uno que otro tiró la mordida revelándose. Este último es el caso de Morena y su coalición.
Larga jornada de negociaciones duró horas para terminar en lo sabido, cada municipio con su elegido ya del conocimiento público. En el inter se habló de intercambiar posiciones, transferencias bancarias, autos, berrinches, impugnaciones, todo lo que presuntamente la cuarta transformación dijo algún día no hacer.
Por cierto, desde esta perspectiva la visita de Andrés Manuel López Obrador no fue para darle espaldarazo a nadie, por el contrario, vino aplacar desmarcándose de cualquier grupo. El presidente ha sido contante en el discurso de la democracia, de la igualdad, de la no corrupción ni el dedazo ¿por qué habrá que ser en Cancún diferente? La apresurada y deseosa de mostrar lo que le convenía fue Mara Lezama quien astutamente supo manejar la situación a su favor.
En Othón P. Blanco la fantasía se apodera de la conciencia capitalina, quien ponga aun la fe que el encanto lopez-obradorista que este se puede lograr, solo contribuye a la infamia de lo irreal.
Morena tendrá que afrontar una pesada carga de reproches, cuestionamientos y pésima imagen, pero sobre todo el juego macabro de disfrazar una reelección de Otoniel Segovia y la pandilla en manos de Luis Gamero o Rufina Cruz. La realidad política está traspasando el límite de lo posible, lo deseable y lo creíble.
EN EL OJO DEL HURACÁN.
Y mientras en otros escenarios dentro de Morena se dan hasta con la cubeta, hay otros elementos destacables que sin ofuscarse van avanzando en su carrera política y de servicios público.
Ese es el caso del Diputado Federal Luis Alegre Salazar quien el fin de semana en medio del caos local, el Presidente Obrador le dio una nueva encomienda, ser el representante de la federación en Quintana Roo e interlocutor entre la entidad y los sectores sociales en el proyecto del Tren Maya, uno de los prioritarios del ejecutivo.
El presidente de la República conocedor de las gestiones, diálogo y cero conflictos del legislador, por el contrario, personaje bien recibido en los gremios sindicales, sector empresarial entre otros; sin titubeos luego de la propuesta del titular de Fonatur, Rogelio Jiménez Pons, el presidente dio el sí para que Luis Alegre sea el intercesor en el proyecto y realice una retroalimentación transparente.
Luis alegre avanza en abrir brecha en Quintana Roo, mostrando sin actos montados o berrinches que tiene afecto y confianza del Presidente y que el camino no está truncado al término de la legislación federal.
LO QUE LAS COPETUDAS CUENTAN.
Un día más, un año más de la conmemoración del “Día internacional de la mujer”, fecha en el que todas honramos a otras mujeres que lucharon por derechos de las que ahora todas ejercemos.
Un día que se llena de estadísticas, reconocimientos y erróneamente felicitaciones, porque no se felicita el ser aguantadora, sumisa y tampoco se debe confundir con ser buena madre, hija, esposa o trabajadora. No va por ahí…
El verdadero compromiso se ve opacado al siguiente día, un día como hoy donde la agenda se pierde, en hechos donde las mujeres son en ocasiones el verdugo de su género, sin ofrecer lo que se pide, igualdad y no imposición. Como dijera la tía Jovita “El buen juez por su casa empieza”.
