La ilustración, la corriente filosófica que en el siglo XVIII motivó grandes cambios sociales en Europa, influyó en la independencia de Estados Unidos y tuvo que ver en la germinación de gestas similares en México y otros países americanos.
La también llamada revolución de las ideas en torno a la libertad, la ciencia y la política animaron a los criollos a la búsqueda de una transformación interna y a organizarse para terminar con el dominio colonial de la Nueva España.
En los últimos años, las elecciones en México se volvieron más competidas por diversas razones, pero fundamentalmente porque a través de las nuevas plataformas de comunicación digitales la sociedad tiene acceso a información sobre los avances democráticos en otros países.
Así, los mexicanos tuvimos información casi en tiempo real de la llamada “Primavera Árabe”, una serie de manifestaciones que se dieron en el mundo árabe entre 2010 y 2013 clamando democracia y derechos sociales a gobiernos dictatoriales que tuvieron que hacerse a un lado ante la fuerza que adquirieron esos movimientos en las redes sociales, a pesar de que su uso tenía serias restricciones en esa parte del mundo.
Factores estructurales y demográficos, así como condiciones de vida arraigadas en el desempleo estuvieron entre los factores que lo originaron.
Las elecciones en Quintana Roo y otros polos de desarrollo del país en los que el PRI no tenía problemas para arrasar, empezaron a complicarse, a ser competitivas justamente por cuestiones estructurales y demográficas.
La economía del país lleva varias décadas sin poder crecer. Los promedios de crecimiento son raquíticos y ello provoca expulsión de población de las zonas menos favorecidas que llegan a regiones prósperas como Quintana Roo con un rencor acumulado contra los gobiernos de los lugares de su origen. No buscan quién se las hizo, sino quien se las pague.
Así, el ser candidato postulado por el PRI dejó de ser garantía de llegar al poder. Hoy los abanderados oficiales no la tienen segura aún esforzándose en su distrito, municipio o estado.
La diversidad del origen de los actuales ciudadanos es importante, pero la información de avances democráticos en otros países está creando conciencia de que debemos ser más críticos y participativos en los procesos electorales locales.
La moneda está en el aire. Ojalá que atrás de ese rencor que pueda haber se privilegie la razón, el análisis y se vote por la mejor opción.
Los rencores son malos consejeros.
Que la nueva “ilustración” de mejores elementos para clarificar la razón del voto y no termine de ofuscar la mente.
Luneta
Y así como otros aspírantes, Leslie Hendricks Rubio, la candidata de la alianza “Somos Quintana Roo” a diputada en el Distrito VII, no la tiene fácil, pero paso a paso va forjando su propia historia y derrotero político.
Nadie escoge el apellido, pero sí forjar su propio destino y así lo está haciendo Leslie, una mujer preparada, abogada, con maestrías, capaz que con o sin razón no debe cargar con culpas ajenas.
A ella se le debe juzgar por sus propios actos y éstos afirman que es una profesional eficiente y trabajadora. Que sean esos factores los que normen el criterio sobre ella, no factores incidentales.
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