A partir de este sábado el cambio llega al Congreso del Estado con la toma de protesta de los diputados que integran la XV Legislatura.
Y se espera que el cambio no sea solo de personas, si no de actitud y responsabilidad ante una sociedad cada vez más exigente.
La composición del Congreso a partir de hoy, en la que ningún partido político tendrá la mayoría, enfrenta el riesgo de la inmovilidad si los legisladores no son capaces de llegar a acuerdos.
De hecho, a unas horas de que los nuevos diputados rindan protesta, prevalece una polarización por la presidencia de la Gran Comisión, cuya desaparición pretenden los panistas.
Los priistas insisten en que el presidente sea Raymundo King de la Rosa, objetivo en el que cuentan con el respaldo del partido Verde.
Sin embargo, hay voces dentro de la fracción priista que apoyan la opción de Juan Carlos Pereyra Escudero, por la cercanía que tiene con el próximo gobernador, Carlos Joaquín González.
Es la segunda ocasión que el Congreso quintanarroense presenta la situación actual, pues en la XI Legislatura, que le tocó a Félix González Canto en la primera mitad de su gobierno, el PRI tuvo ocho diputados, uno más que en la etapa que arranca hoy.
En ese entonces también hubo una fuerte disputa por la presidencia de la Gran Comisión que, al final, recayó en Manuel Valencia Cardin, que junto con otros priistas ignorados por Joaquín Hendricks Díaz, decidieron afiliarse a Convergencia.
Al final, González Canto no tuvo mayores problemas. Todas sus iniciativas fueron aprobadas y Valencia Cardin terminó siendo su secretario particular, cargo que continúa desempeñando actualmente con Roberto Borge Angulo.
Al próximo gobernador, ex militante priista, le toca un escenario similar. Los partidos que lo postularon, PAN y PRD, apenas suman nueve diputados, pero entre los legisladores priistas tiene simpatías y Pereyra Escudero se perfila como el Manuel Valencia de estos nuevos tiempos.
La actual Ley Orgánica del Congreso de Quintana Roo complica la designación del presidente de la Gran Comisión en un ambiente polarizado como el actual.
A diferencia de legislaturas de otras entidades, en las que con claridad la ley establece que el presidente de la Gran Comisión será el coordinador de la fracción parlamentaria que tenga más diputados, en Quintana Roo dice que los presidentes de las comisiones, que se repartirán el lunes, serán quienes a viva voz votarán por alguno de ellos.
Y en ese “a viva voz”, sin el voto secreto, estará el pequeño gran detalle.
En ese estira y afloje no hay que perder de vista a José de la Peña, diputado del partido Verde, quien desconoció hace unos días a Miguel Ramón Martín Azueta, enlace legislativo del equipo de transición del Gobernador electo, quien patinó en su reaparición ante los medios, a los que no hacía una declaración desde hace casi diez años.
Platea
El partido Verde engorda y adquiere una gran dosis de seriedad y credibilidad con la afiliación de Laura Fernández Piña, presidenta municipal electa de Puerto Morelos.
Mientras, Laura Fernández va asumiendo una posición de fuerte liderazgo no sólo en el Verde, sino incluso entre los presidente municipales.
La experiencia y reconocimiento que tiene Laura Fernández, incluso en el ámbito nacional, le permite, por ejemplo, escalar los escalones de los presidiums de eventos como el organizado hace unos días con autoridades municipales electas en la Ciudad de México por el gobierno de la capital Mexicana y la Conferencia Nacional de Municipios.
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