MÉXICO, D.F.- A pesar de la crisis que golpea al país, la Cámara de Diputados se perfila de nuevo “hacia la opacidad y el despilfarro” y prepara la liquidación de los 500 legisladores, que costará más de 556 millones de pesos, cuando “prometió aplicar criterios estrictos de austeridad”, denuncia la Arquidiócesis Primada de México (APM).
En el editorial Parece que no Entienden de su semanario Desde la Fe, la APM consigna que “otro golpe que soportarán los ciudadanos será a nivel local, porque las elecciones del 7 de junio renovaron 17 Cámaras locales y los legisladores salientes de cada entidad también serán recompensados.
“Una muestra de opacidad y mezquindad, es la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, auténtica cueva en la que no cae ni un rayo de transparencia y donde la VI Legislatura se soba las manos, por las jugosas cantidades para sus integrantes, como un bono de cerca de 150 mil pesos y más de cien mil pesos del fondo de retiro, sin contar otros beneficios, que podrían ser otorgados a los 66 diputados.
“El país no está para ‘recompensas y compensaciones’ a diputados locales y federales, el oficio político es botín donde se generan negocios, beneficiando a los que se aprovechan del cargo público.
Y la corrupción se extiende, cuando la transparencia solo queda en buena intención, pero lo más lamentable es la ofensa al pueblo de México, que todos los días lucha por condiciones mínimas de bienestar y, sin embargo, en el bolsillo popular no hay dinero ni para conseguir los tres alimentos del día.
“La casta política acentúa más y más esta brecha y los gobernados cuestionan el sentido de la representatividad, porque el oficio político es servicio, no prebenda, pero parece que no entienden”.
El editorial recuerda que “la LXII Legislatura del Congreso de la Unión aprobó, durante el último periodo de sesiones ordinarias, la Ley General de Transparencia para la Rendición de Cuentas de los Sujetos Obligados.
“Esta misma Legislatura prometió aplicar criterios estrictos de austeridad, sin embargo, los legisladores se perfilan de nuevo hacia la opacidad y el despilfarro, cuando la crisis y desigualdad económica, golpea de forma inmisericorde a millones de mexicanos, pero la transición hacia la nueva legislatura, no dejará en la orfandad a los legisladores salientes.
“Y aunque se persiste en la negativa de otorgar bonos y gratificaciones, la bolsa a repartir en el fin de la LXII Legislatura, será insultante para los mexicanos sin recursos mínimos para sobrellevar un día de necesidades familiares.