Cancún, 28 de marzo.— La Zona Hotelera de Cancún ha consolidado su posición como el epicentro
inmobiliario y turístico más valioso de América Latina, alcanzando niveles de plusvalía que superan
incluso a mercados icónicos como Miami y Nueva York. Este fenómeno se explica por una
combinación estratégica de alta demanda turística, oferta limitada de tierra y retorno sobresaliente
de inversión hotelera.
Actualmente, el valor del metro cuadrado en la zona puede alcanzar hasta los 15,000 dólares, una
cifra sin precedentes en el continente. Esta valorización se da en un contexto donde el 95% del
territorio de la zona hotelera ya está construido, lo que genera una presión creciente sobre los
escasos terrenos disponibles. Una muestra clara es la más reciente operación inmobiliaria: la
cadena RIU adquirió un terreno de 10,000 metros cuadrados por 150 millones de dólares, lo que
equivale a 15,000 dólares por metro, estableciendo un nuevo referente para la región.
Desde la perspectiva turística, Cancún se ha consolidado como uno de los destinos más visitados
del mundo, con un total de 35 millones de turistas anuales, posicionándose como la tercera ciudad
más visitada a nivel global. Esta cifra está muy por encima de ciudades como Miami, que recibe
aproximadamente 25 millones de visitantes al año. La elevada afluencia turística garantiza una alta
ocupación y utilidades consistentes para los hoteles y propiedades de renta vacacional,
posicionando a Cancún como un mercado altamente rentable para inversores del sector turístico.
En el segmento residencial premium, el precio promedio por metro cuadrado dentro de la Zona
Hotelera se sitúa en 10,000 dólares, frente a los 9,800 dólares por metro en zonas como Brickell,
Miami (900 dólares por pie cuadrado). Esta paridad de precios, sumada a una rentabilidad operativa
superior en Cancún, convierte a esta zona en una alternativa más atractiva para inversionistasinmobiliarios internacionales.
En términos de ROI (retorno de inversión), la combinación de altísima demanda turística, precios
crecientes y ocupación hotelera estable convierte a la Zona Hotelera de Cancún en una zona
diamante no solo dentro de México, sino en todo el continente. Con cifras respaldadas por
transacciones récord y flujos turísticos históricos, este destino se perfila como una de las plazas
más sólidas y prometedoras del sector turístico e inmobiliario global.