Mahahual, 7 de abril.— Esta comunidad, que es el principal destino turístico del sur del Estado, un lugar del que el bullicio y la fiesta se apoderaban durante el verano y la Semana Santa, parece hoy un pueblo fantasma, sumido en una crisis que lleva ya más un año.
Primero fue el abandono de los servicios públicos, principalmente el suministro de agua y la recolección de basura, que ahuyentaron a muchos paseantes; luego, los recales masivos de sargazo, que rebasó la escasa capacidad de combate de los prestadores de servicios, abandonados a su suerte por las autoridades; más recientemente, la cancelación de los arribos programados por los cruceros para este año y, por último, la ejecución del alcalde Obed Durón Gómez.
Hoteleros, restauranteros, comerciantes y prestadores de servicios en general dudan de poderse levantar de esta grave crisis en los próximos meses. Los taxistas, que hace un par de meses bloquearon el acceso al muelle de cruceros, para exigir que les permitan ofertar sus servicios a los turistas, pasando por encima de acuerdos previos, hoy afrontan total inactividad.
En las últimas horas el alcalde Obed Durón Gómez falleció luego de un ataque a balazos, anoche, en el entronque que comunica con la comunidad pesquera de Xcalak. El funcionario viajaba en compañía de otras personas en una Van blanca.
El ataque sólo agravó la situación en la comunidad y obligó a bajar las cortinas en otros negocios. Ya la mayoría había cerrado, derivado de las disposiciones federales que obligaron a cerrar el acceso a las playas y suspender las actividades turísticas para contener los contagios de coronavirus.
Empresarios de la localidad señalaron que sólo algunas tiendas de abarrotes y de comida abren por horarios limitados, lo que mantiene la economía de la población al bordo del colapso, a tal grado que algunos habitantes se han traslados a otros puntos de Quintana Roo para pasar la cuarentena con sus familiares.
Acostumbrados a vivir de la derrama económica del turismo y del trabajo de los pescadores, hoy los vecinos esperan las despensas que empezaron a distribuir las autoridades estatales y también algún apoyo del Gobierno Federal, principalmente estímulos y exenciones fiscales en los próximos meses.