Ginebra/Teherán.— La pandemia de coronavirus “está amenazando a toda la humanidad”, afirmó ayer el secretario general de la ONU, António Guterres, al lanzar un plan de respuesta mundial que se extenderá hasta diciembre con la meta de recaudar donaciones hasta por 2 mil millones de dólares.
El objetivo del Plan Mundial de Respuesta Humanitaria al Covid-19 es combatir el virus “en los países más pobres del mundo” y responder a las necesidades de las personas más vulnerables, dijo Guterres en una declaración en video. “No basta con la respuesta individual de cada país”, afirmó.
El proyecto buscará “acudir en ayuda de las personas extremadamente vulnerables”, en especial las personas mayores, los enfermos crónicos, los discapacitados, las mujeres y los niños, precisó.
En todo el mundo, el Covid-19 ha causado más de 21 mil muertos y más de 474 mil casos.
El coronavirus “está llegando a países donde ya se viven crisis humanitarias causadas por los conflictos, los desastres naturales y el cambio climático”, dijo Guterres. Ahí, “la gente, que se ha visto obligada a huir de sus hogares por las bombas, la violencia o las inundaciones, vive bajo cubiertas de plástico en los campos o hacinada en campos de refugiados o asentamientos informales.
“Esas personas no tienen un hogar en el que puedan practicar el aislamiento social y les falta agua limpia y jabón para realizar el acto más básico de protección personal contra el virus: lavarse las manos”, declaró Guterres.
En Irán, tras haber hecho todo lo posible para evitarlo, las autoridades se resignaron a imponer medidas de cuarentena o de confinamiento para tratar de frenar el avance del nuevo coronavirus, que ya deja más de 2 mil muertos en la República Islámica.
En Consejo de Ministros, el presidente Hassan Rouhani anunció la pronta aplicación de “nuevas restricciones”, “difíciles para la gente”. Rouhani aseguró que hay un “largo debate en el comité nacional de lucha contra el coronavirus”, pero que “no hay otra opción” y que estas decisiones son necesarias “para proteger a la población”.
En China, la vida empezaba a volver a la normalidad, tras dos meses de cuarentena en Hubei, el epicentro de la pandemia en la nación asiática, luego de que se levantaran los controles de tráfico, se reactivaran las obras de construcción y las personas volvieran a tomar buses y trenes en la provincia.
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