En la constelación de la función pública hay dos tipos de asignaciones: la carrera hecha por trabajo continuo y habilidad política y la otra por rebote y alta tensión de lambisconería que va casi de la mano con la simulación.
La última descripción detalla el perfil de Jorge Portilla Mánica, quien suma posiciones en su hoja de vida por favores y no por capacidad, toda vez que el transitar de este personaje por la política es meramente por complejo de superioridad al sentir que de nada le sirve ser un oneroso empresario si adolece de poder y por ello al aventón se hecho servidor público.
El hecho de ser un empresario de Tulum y participar con activo$ en las contiendas electorales le valió en 2008 ser coordinador de campaña del entonces candidato a la primera presidencia municipal, con el entonces priísta Marciano Dzul Caamal.
Al triunfar el PRI en Tulum la cuota de Jorge Portilla fue su entonces alfil José Gabriel Gutiérrez, quien era el guarda secretos y operador y le otorgan la titularidad de la contraloría municipal, la liga de los desacuerdos se estiró y se rompió con el entonces primer edil del noveno municipio.
Al llegar Martín Cobos a la Presidencia municipal tras la salida de Edith Mendoza, le otorgan a Portilla Mánica la Secretaría General del Ayuntamiento, pero la altanería le ganó y creyó poder departir como si fuera alcalde, acto que le costó la salida.
Al llegar David Balam como alcalde de Tulum, nuevamente, el empresario e invasor frustra su anhelo de ser candidato y tras negociaciones le otorgan la dirección de turismo, es ahí donde nuevamente traiciona y rompe acuerdos para sumarse a las filas de los rechazados priístas para derrocar desde la trinchera blanquiazul al RBATeam de ese entonces.
Es ahí donde obtiene su anhelada candidatura a la presidencia municipal, siendo derrocado por la familia Dzul, ahora por Romualda. Jorge Portilla no le fue tan mal en los números, pero este logro fue por el efecto “Carlos Joaquín” porque la incapacidad lo llevó a la lona y como premio de consolación le dan la titularidad en Sintra, desairando y no asumiendo la regiduría que le correspondía.
Su paso por la Secretaría de Infraestructura y Transporte dejó abismos en el manejo de recursos, contratación de empresas y licitación de proyectos que lo llevaron a fiscalizarle y ponerlo en la lona por malos manejos, a lo que le buscaron una salida decorosa y regresar nuevamente a Tulum.
Es ahí donde asume la dirección de planeación con el actual presidente Víctor Mas Tah; área que no fue del agrado de Portilla, toda vez que esperaba una mejor posición y tras diferencias, desacuerdos y desgastes marcados salió por la puerta de atrás, nuevamente peleado.
Ahora se ha registrado como Precandidato a la presidencia de Tulum para la contienda 2021 bajo las siglas de Morena, esperando nuevamente el rebote lo lleve por la corriente y se beneficie del efecto PEJE. Incluso se dice que ha hecho alianzas bajo un acto de reconciliación con el también aspirante y quien fuera su jefe Marciano Dzul, pero al final del trayecto ambos tienen el mismo juego por barajar y son bandidos.
Jorge Portilla es el personaje fallido de la política y del servicio público con cartera de funcionario inutilizado, con cargos sin trascendencia y el que dé más nivel lo hizo trizas por su incapacidad. Lo que si le sale bien es hacerlo mal, nunca queda bien nadie, hace alianzas y termina enemistado, no tiene ni la capacidad de trabajo conjunto por que concluye con deficientes resultados, bajo el principal acto, la traición.
EN EL OJO DEL HURACÁN.
Transcurren los días y las opciones se agotan sin que se le vea fin y una salida honrosa a la toma de decisiones de la coalición “Va por Quintana Roo” para designar quien será quien los represente en la contienda por la presidencia de Benito Juárez.
Ahora se sacaron de la manga que para realizarlo hagan por separado encuetas y quien tenga mejores números tome la batuta de la alianza, lo que tampoco muestra una salida conciliatoria y desgastará más la de por si ya tensa situación entre los aspirantes panistas Carlos Orvañanos Rea, Eloy Peniche y el perredista Jesús Pool Moo, toda vez que cada uno llevara altísimos números, argumentando ser el favorito del pueblo y el ring se pondrá aún más candente.
Por cierto, en esta alianza también participa el partido “Confianza Quintana Roo, pero ese solo está de mirón. El reloj electoral sigue segundo a segundo su paso y no se detiene, mientras los mencionados cuentan cuantas canicas tienen en la tienda de enfrente ya hasta lotería están jugando.
LO QUE LAS COPETUDAS CUENTAN.
Además de impostora, también resultó llorona la aspirante por la vía independiente a la Presidencia de Othón P. Blanco, Rufina Cruz Martínez. La presunta aspirante sin partido, ha engañado a ciudadanos con el velo ciudadano y en el papel de víctima argumenta favoritismo hacia otros contendientes, incluso que estos pagaron espacios para hacer públicas sus propuestas y ella por ser la carta fuerte no fue considerada.
Rufina Cruz está dando patadas de ahogado al saber aun con todas las firmas recabadas está en total riesgo su posición al ser de dudosa procedencia el origen de las mismas y la cercana relación que tenía como afiliada de Morena. Como dijera la tía Jovita “el mentiroso cuando se ve descubierto se enfada o se hace la víctima”.
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