¿Leche materna, efectiva contra el Covid-19?; esto es lo que se sabe

La aparición del coronavirus SARS-CoV-2, hacia finales de 2019, trajo consigo una ola de incertidumbre en todos los ámbitos. En el de la salud, por ejemplo, una de las primeras dudas fue ‘¿cómo se propaga?’. A falta de evidencia, en México se optó por separar a las mamás contagiadas de sus bebés recién nacidos, interrumpiendo así el proceso de lactancia materna.

A dicha medida le siguieron una serie de especulaciones que pusieron en jaque a una práctica que, de por sí, presentaba una tasa muy baja a nivel nacional antes de la pandemia. Sin embargo, hoy diversos estudios efectuados en países como Estados Unidos y España revelan que el covid-19 no es motivo para suspender el suministro de leche materna.

“No hay evidencia científica de contagio a través de la leche materna. Tampoco se debe separar al recién nacido de su mamá, a menos de que esté tan grave que requiera terapia intensiva. Si están en la condición clínica normal de posparto, no se deben separar y deben iniciar la lactancia materna, igual que en el resto de la población, dentro de la primera media hora de vida.

“En cuanto las mamás se saben positivas, inician síntomas de infección respiratoria o tuvieron contacto con personas contagiadas, me preguntan: ‘¿le puedo seguir dando leche?’ Y les digo: ‘no solo puedes, sino que debes’. El bebé ya estuvo expuesto al mismo riesgo que ellas y es muy importante que la mujer cree los anticuerpos y los pase a través de la leche”, explica la doctora Natalia Téllez Baquero, directora del Grupo Médico Especializado Golden Hour México.

El poder de la leche materna

Dada su composición, detalla la pediatra-neonatóloga, disminuye el riesgo de que el sistema inmutario del bebé se vea comprometido. “Tiene inmunoglobulinas A, G y E, que son anticuerpos que la mamá ha creado en su vida. Por medio de la leche va pasando esos anticuerpos a su hijo. Además, contiene más de 360 componentes. Es un tejido vivo que va cambiando. Es como darle un órgano más al bebé porque se compone de muchísimas células, no solo de grasas, proteínas, vitaminas y minerales.

“Genera un desarrollo en su sistema inmunitario y gastrointestinal. Esto, aunado al DHA y todas las grasas buenas, nos ayuda a estimular su neurodesarrollo. No tiene punto de comparación con ningún otro alimento”, indica la experta. De hecho, cuando una mamá se enferma, no solo durante el embarazo, sino en el periodo de lactancia, “lo que hace la naturaleza sabia es que aumenta la cantidad de anticuerpos en la leche e, incluso, incrementa un poco el contenido de agua para hidratar mejor al bebé”.

¿Menos opciones de contagio?

Por si fuera poco, este alimento es individualizado pues cada mujer es capaz de producir una leche determinada para las necesidades de su pequeño. Por ejemplo, “si el niño es prematuro, incluye más grasas; si está enfermo o tiene gripa, trae más anticuerpos, más inmunoglobulinas y más agua. Se asume que el covid no es la excepción y, con mayor razón, tendrá mejores defensas”, enfatiza.

La también asesora médica de la marca Chicco menciona que, aparentemente, una mamá que ha sido vacunada o se ha enfermado de covid-19 sí está pasando anticuerpos a su hijo mediante la leche. “Es un gran beneficio, pero son estudios que apenas se van a publicar”, puntualiza.

 

Para 2025, la Asamblea Mundial de la Salud pretende que el índice de lactancia materna exclusiva en los primeros seis meses de vida sea de, al menos, 50%. En 2017, esta práctica reportaba una incidencia de 40.7%”

El impacto de la pandemia en la lactancia

Para la doctora Téllez Baquero, hubo dos fenómenos muy importantes al respecto. “El primero fue de mucho miedo y separación en los primeros meses de la pandemia. Las primeras recomendaciones fueron ésas. Creo que la tasa de lactancia materna en 2020, en cuanto a los primeros meses, va a ser bastante vergonzosa.

“Pero luego está el tema del aislamiento social y de laborar en casa. Tenemos un protocolo de investigación y creemos que el home office ayudó a las mamás para continuar con la lactancia. Sin embargo, hay que seguir promoviendo que ésta se inicie desde el momento del nacimiento”, añade.

En general, si la mamá se somete a algún procedimiento, la lactancia se llega a suspender por algunas horas, ni siquiera por días, y luego se retoma”

Sin embargo, a finales de septiembre de 2020, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) señaló a México como el país con más casos de embarazadas infectadas por covid-19 en el continente americano. Algunas, por desgracia, perdieron la vida tras dar a luz.

Para evitar que aquellos pequeños crezcan sin las bondades de la lactancia, “la opción es darles leche materna donada. Por suerte, en México ya tenemos bancos de leche pasteurizada. La otra es iniciar con sucedáneos de la leche materna.

“Aunque, si la alimentación va a ser exclusivamente con sucedáneos, el bebé tiene un riesgo de hasta el 70% de sufrir infecciones respiratorias y gastrointestinales, no solo por covid, sino en general. Enfrenta más posibilidades de contraer infecciones durante su primer año de vida y un riesgo mayor de hospitalizaciones, obesidad, así como problemas en la infancia y la adolescencia”, admite la especialista.

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