El Minotauro
Ley de transparencia, una burla
Nicolás Durán de la Sierra
Algo en verdad inusitado ocurre en la cuenca mediterránea. No sólo Grecia, la arruinada Grecia, desafía a los usureros bancos central alemán y al Banco Europeo al no acatar las condiciones que éstos pretenden imponer a Atenas para el disque “rescate financiero” heleno, sino que también los crecientes partidos políticos emergentes de España e Italia anuncia que van por el mismo camino de llegar al poder, lo que se posible.
En Italia, el Movimiento Cinco Estrellas, que es la segunda fuerza política en ese país y tiene 17 parlamentarios europeos 91 diputados, 36 senadores y mil 500 consejeros municipales y regionales y va a la alza en los próximos comicios, pretende un nuevo acuerdo con la banca alemana pues para Giuseppe Piero Grillo o Beppe Grillo, su dirigente, encarar la deuda italiana en las condiciones que exige el Bundesbank, es imposible.
A su vez, el Partido Podemos, que a sólo un año de fundado se ubica por afiliación como la segunda fuerza política española tras el Partido Popular y delante del Socialista Obrero Español, tendrá una presencia significativa en las elecciones generales de finales de este año. El partido insiste en la necesidad de dejar el euro para recuperar la soberanía monetaria y para rescatar la economía hispana fuera de la “burbuja alemana”.
Entre sus bases se encuentra “la aplicación del artículo 128 de la Constitución, que dice que ‘Toda la riqueza del país en sus distintas formas y cual fuere su titularidad está subordinada al interés general’, lo que no se está cumpliendo, según su líder Pablo Iglesias. Buscan también mantener el carácter público de la educación y la sanidad, la creación de un parque de vivienda pública y la salida de España de la OTAN.
Entre tanto, en nuestro sufrido México, a rústico contrapelo de las tendencias mundiales en lo que toca a la democratización de los gobiernos, el poder federal se empecina en dar un mucho más amplio significado a la palabra ‘despeñadero’. Barranco o Hurtado debiera ser el primer apellido de Peña Nieto, pues tiene mayor concordancia con su manejo, por decirlo así, de las finanzas públicas. Véase si no:
En el Senado de la República, se discute en estas semanas la Ley General de Transparencia, un andamiaje legal con el que se pretende dar cuentas claras al país sobre el uso y destino del dinero público y, de paso, que es lo que en verdad hay detrás de la maniobra legislativa, se intenta dar al gobierno federal cierta imagen de honradez. Será muy difícil que lo logre, desde luego, pero ganas no le faltan.
Será difícil, primero que nada, porque el rendir cuentas es innatural para el PRI y el Partido Verde y la transparencia les es concepto ajeno, como lo evidencia el que estos partidos recién pidieran que se elimine del borrador de la ley la obligatoriedad de que Hacienda exhiba el rol de las personas físicas o morales que hayan recibido exenciones, cancelaciones y condonaciones en materia fiscal, es decir, de impuestos.
Cabe destacarse que desde hace poco más de dos años el fallido Instituto Federal de Acceso a la Información sostiene una lucha legal con el Servicio de Administración Tributaria, el SAT, para que se publique la lista de los han sido beneficiados con la cancelación de sus créditos fiscales. El SAT alega que eso no es posible pues la información está protegida por el secreto fiscal, prebenda aprobada por los propios diputados.
Para dar idea de los montos de las multas que “perdona” la SHCP a ciertas personas y firmas, basta el reporte del 2013 de la Auditoria Fiscal de la Federación –instancia de la cámara de diputados- en el que se asienta que en ese año el SAT indultó a la empresa Sabritas casi 930 millones de pesos; a Gamesa le canceló deuda fiscal por poco más de 150 millones y al Scotia Bank Inverlat le eximió del pago de casi millones de pesos.
En dicho reporte se señala que del total de condonaciones auditadas, que alcanza los ochenta mil millones de pesos en menoscabo de Hacienda, se hallan 36 grandes corporativos que cubren el 50.2 por ciento del monto; la banca privada con el 13 por ciento, los medios de comunicación impresos y electrónicos con el 11.6 y con el seis por ciento las firmas comercializadoras. La auditoría trabaja ahora en el análisis del 2014.
Estos partidos quieren también evitar que se haga pública toda la información relacionada con la reforma energética, esto es que no se den a conocer los contratos, permisos, alianzas y sociedades que el Estado suscriba con empresas nacionales y extranjeras en materia de explotación de petróleo, porque se trata, dicen, de un sector estratégico. Sólo el gobierno federal sería así el único que sabría el destino de la riqueza nacional.
Sobra decir que, sólo por lo que dicen los ejemplos, la tal Ley General de Transparencia, que según el vocero del Partido Verde “será aprobada la próxima semana si todo sale bien (¿?)” engrosará el fardo de las leyes que, en la práctica, sirven a unos pocos en demerito de los más. Por cierto, el PRI también intenta ocultar el nombre de los nuevos concesionarios de los servicios de internet y telecomunicaciones. Tepalconetl ichteque*.
No obstante, una luz fulge en el fango; una claridad casi al nivel de fotón, pero luz al fin, cintila entre tanta opacidad: Luis Videgaray Caso, el probo secretario de Hacienda, reconoció al Financial Times que el gobierno de su jefe necesita el respaldo público. “tenemos que abordar lo que realmente importa a la sociedad, que es no sólo la honradez (¡Ole!) y la transparencia, sino la confianza; necesitamos instituciones creíbles”.
Mínimo resplandor, vaguedad lumínica. Por lo menos el feliz tenedor de una casa en Malinalco, intuyó al fin parte del conflicto que encara el gobierno federal: no le creen ni el PRI, y eso que es su establo. Se dice en los corrillos políticos que, en insólito arranque de decoro, el secretario ofreció regresar a Higa su casa de campo… Broma, es pura broma, pues don Luisito no regresa ni el saludo. “Lo cáido, cáido”, es su divisa.
Más la turné por la palurda pillería nacional nos ha alejado del tema europeo y sobre todo de la visita al laberinto de Alexis Tsipras, el nuevo primer ministro griego, quien ha de presentar sus respetos a El Minotauro. La posición de digna beligerancia del gobierno de Atenas frente al embate de banqueros germanos ha despertado la curiosidad del Héroe del Egeo, quien tiempo ha es afín a la salida del archipiélago heleno de la ‘zona euro’.
No obstante, la visita protocolaria del nuevo ministro debió aplazarse por el viaje relámpago de éste a Bruselas, a la sede del Parlamento Europeo, donde planteara la urgencia de un crédito por dos mil millones de euros por fuera de los acuerdos con el Bundesbank, así como una moratoria por seis meses del pago de los créditos financieros dados a Grecia, para permitir que entre en vigor la restructuración de la economía helena.
La liquidación de este crédito por seis meses provendría de los recortes de personal ejecutivo y de seguridad presidencial; la venta de vehículos oficiales, la resta a la mitad de los asesores legislativos y de la lucha contra la evasión fiscal de las grandes empresas, sobre todo en lo que se refiere a gasolina y tabaco. La evasión fiscal, muchas veces alentada por el gobierno anterior, supuso pérdidas en el 2014 por doce mil millones de euros.
El retraso de la entrevista del ministro y el Héroe, aunque justificable por su trascendencia, fue ingrato para casi todos en el laberinto. Casi, pues la dilación fue celebrada por Marilyn Calipigia quien dijo que así tendría tiempo para hacerse de un vestido para la ocasión. La antillana cobró interés en el político desde que supo que era admirador de la Revolución Cubana. “Ha de ser un amante morrocotudo”, comentó.
¿Tendrá la ninfa afanes eróticos para con Alexis Tsipras? Es probable, pues desde los festejos de Héroe sólo ha tenido amigos imaginarios y el último, nacido de la pesadez de una cena rica en harinas, no logró sosegar sus rijos. La pasta y el amor, pese a la propaganda, no son amigos. Sucede que, por ejemplo, el espagueti es de lenta digestión, por lo que la energía del cuerpo… En fin, que amor o pasta y ella cenó espagueti.
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Si bien estas voces nahuas aparecen por prima vez en español en Doctrina Christiana en Lengua Mejicana, de Fray Pedro de Gante. (Juan Pablos, editor, 1554), no sería sino hasta 15 años después, con Historia de los indios de Nueva España, de Toribio de Benavente (Nicolás Antonio, editor, 1569) que se tendría la traducción actual: “bastardos ladrones” No se usaron las voces tepalconetl siuauiani o ‘bastardos de mujer que da alegría’ por respeto a las trabajadoras del sexo.