Se sabía que el LG G5 no pintaba a ser un superventas para el 2016, pero parece que el poco éxito del equipo ha traído consecuencias negativas a la firma coreana, ya que en el último trimestre de dicho le ha traído pérdidas de 228.93 millones de dólares.
La cantidad de pérdidas netas obtenidas por LG se debe en general a un poco desempeño de su división móvil, pero como la propia compañía señala “la rentabilidad se vio obstaculizada por las débiles ventas del smartphone G5 y grandes inversiones en márketing”.
Sin embargo, parece que no todo es malo para la empresa, ya que en este último trimestre logró obtener ganacias de $12.79 billones de dólares, lo cual representa un aumento del 11.7 porciento con respecto al trimestre anterior y un aumento del 1.5 porciento año con año. Pero lo más doloroso para LG es que ni con la salida del mercado del Galaxy Note 7 — uno de los más grandes rivales para sus smartphones de gama alta — pudo aumentar las ventas de su G5.
Con esto se confirma que el LG G5 no había logrado obtener las ventas esperadas por la compañía, a pesar de que cuando fue presentado en el Mobile World Congress del 2016 cuasó revuelo al ser el primer teléfono inteligente modular comercial, característica que al final pasó desapercibida debido al alto precio de los módulos ofrecidos para el equipo y también al poco interés de los fabricantes y desarrolladores a crear más accesorios para aprovechar este elemento del teléfono.