Joshua Solis, es un emprendedor que lleva sus licores Ek Chuah a diferentes ferias locales.
En una ciudad joven, con espíritu de crecimiento, nacen proyectos emprendedores como el de Joshua Solís, quien de forma autodidacta comenzó la elaboración artesanal de licor orgánico.
Para manufacturar el producto se usa el proceso de maceración, en el que interviene la materia prima como un producto sólido, y el líquido como agente extractor, que puede ser agua, vinagre, jugo, aceite o en este caso alcohol.
“La maceración consiste en dejar el producto, que dará el sabor, reposando en el alcohol para que éste extraiga las propiedades de la fruta o materia prima que se utilice. Hay maceraciones que pueden llevar hasta seis meses, en los que diariamente el reposado se debe agitar al menos dos veces al día para potencializar el grado etílico; es una técnica sencilla, pero tediosa”, comentó el entrevistado.
Este proceso además de ser económico para el desarrollo de productos artesanales a menor escala, es el método más seguro para la salud humana, ya que el alcohol que se usa, que va de los 60 a 80 grados, mata las bacterias que pudieran surgir durante la elaboración.
Licores de sabores
Licores y digestivos “Ek Chuah”, es el nombre de su producto, “lo llame así porque en la cultura maya, él es un dios conocido como el patrono de los mercaderes”; comentó que realiza cuatro sabores, que ofrece en diferentes presentaciones en las ferias a las que asiste.
* Crema de cacao y vainilla de 500 mililitros en $250 y 250 mililitros en $150
* Elixires de café en dos presentaciones elaboradas una con café de Oaxaca y otra de Veracruz
* Licor de canela
* Aguardiente de Zarzamora en presentación de 250 mililitros en $200