El ejido de Kantunilkín presenta el mayor índice de devastación de recursos naturales de Lázaro Cárdenas y es donde menos se reforesta, aseguró el dirigente de la Red local de Ejidos, Jacobo Ay Che, quien hizo un llamado a los campesinos para cuidar sus propios montes.
Señaló que, aunado a los huracanes e incendios forestales de cada año, la mano del hombre es otro factor que devasta los recursos forestales, ya que con la intención de obtener dinero, talan ilegalmente árboles de zapote, cedro, caracolillo, entre otros, los cuales tienen mucha demanda para la elaboración de muebles.
Dijo que, así como se devastan este tipo de árboles, es necesario plantar en las zonas dañadas en época de lluvias, tanto por incendios forestales, huracanes o por la misma acción del hombre, pero lamentablemente, son pocas las personas que se dedican a ello, porque tardarían años para que crezcan.
Ay Che comentó que es más fácil destruir un árbol que ha tenido más de 20 años de vida, que sembrar uno pequeño y tener que esperar su desarrollo.
“Ellos (los beneficiarios de la tala) no consideran que no quienes plantaron el árbol que han derribado, porque lo único que analizan es saber cuánto dinero obtendrán por la venta de este importante recurso forestal”, dijo.