Cancún, 14 de enero.— Ana Isabel Vázquez Jiménez, titular de la Secretaría de Educación de Quintana Roo, se manifestó confiada en que antes de una semana se tendrán listas estrategias y protocolos para la revisión de las mochilas en los planteles públicos, en la que participarían personas debidamente capacitadas y padres de familia, quienes deberán tener claro qué hacer en caso de encontrar armas o drogas.
Las escuelas privadas pueden acordar estas medidas con las madres y padres de familia. Sólo recomendamos ponerlo por escrito y explicarlo a los chicos, añadió.
La revisión de las mochilas, que volvió a primer plano luego de los sucesos ocurridos en Torreón, donde un estudiante de sexto año mató a su maestra, hirió a varios compañeros y se suicidó, es un tema que se ha estado manejando desde hace un buen tiempo, incluso en la anterior administración federal, cuando se impulsó en forma fuerte un programa de convivencia escolar nacional, al que le hemos apostado todas las entidades, recordó.
Según dijo, la próxima semana se realizará una reunión en la en la SEP para atender algunos puntos que aseguren que se toma una medida correcta, que no violenta derechos de niñas, niños y padres de familia, y destacó que la revisión de mochilas.
“No es la única medida, pero sí una rápida y concreta, aunque también hay que ver por qué los chicos están enojados, son ofensivos, por qué hay violencia social”.
La funcionaria indicó que ayer el titular de a SEP, Esteban Moctezuma Barragán, “hizo afirmaciones en las que coincidimos, como decir que es un tema que nos duele a todos como sociedad, que no debiera pasar, que tiene que ver con el tejido social y no es exclusivo del sector educativo, que no podemos culpar a las redes sociales y tampoco a los padres de familia y que, como sociedad, tenemos que rebasar las culpas para atenderlo”.
En ese sentido, Vázquez Jiménez propuso que primero se reflexione sobre el tipo de persona que somos, de paz o violenta, frustrada, con dolor, enojada, que critica todo lo que está sucediendo.
“Los niños finalmente están aprendiendo de todos: de maestras y maestros, de padres y madres de familia, medios de comunicación, redes sociales. Ellos tienen acceso a redes sociales de manera importante y nosotros tendríamos que regular lo que estamos viendo y haciendo”.
Asimismo, recordó que la SEQ tiene un año trabajando con un programa denominado Escuela Segura, que convoca a 10 instituciones estatales, como el DIF, Sipinna, Derechos Humanos, la Fiscalía, Sedeso y Sesa, para trabajar de manera coordinada y ordenada en todos esos temas en dos grandes apartados: prevención y protocolos de atención hacia estas situaciones, sin esperar a que suban de nivel.
“Tenemos que afinar la mirada y los sentidos para saber cuándo algo no está marchando bien”, continuó.
También destacó que, a partir del programa de seguridad escolar, nació otro denominado Crianza Afectiva, tendente a volver a tener a los padres de familia cercanos en el proceso educativo de sus hijos.
Es complicado que los padres de familia vayan a la escuela, por eso la SEQ está yendo a los centros de trabajo para atender y escuchar con los padres, quienes también necesitan ser escuchados y acompañados en estos nuevos modelos de crianza, pues quienes hoy estamos “en el cuarto y quinto piso” fuimos educados de determinada manera, sin internet, sin celulares, con la presencia de los abuelos y tíos, quienes eran acompañantes en un tejido familiar importante que queremos recuperar.
“Esos son los programas que tenemos en marcha desde hace un año, con mucha responsabilidad y participando de manera importante con la sociedad. Ya fueron presentados al CCEC, Coparmex, a los hoteleros, justamente para tratar de vincularnos y que todos tengamos en la mira el fortalecimiento del tejido social”, prosiguió.
Más adelante, recordó que la revisión de mochilas escolares es una iniciativa que nació en 2013 y se retomó en 2017. El Operativo Mochila lo hacía exclusivamente personal de las escuelas y los padres de familia reaccionaron y recurrieron a la CNDH, que emitió una recomendación nacional.
“Pero la puerta no se cerró del todo, es un tema de interpretación de las recomendaciones y se entendió que no se debían hacer”.
Hoy estamos en franca revisión en las entidades y Quintana Roo no está al margen. Mañana tendremos una revisión convocada por el Poder Legislativo, Derechos Humanos, Secretaría de Gobierno y nosotros junto con el municipio de Benito Juárez para saber cómo hacerlo, de qué manera y también asegurarnos de que el proceso no sea violatorio, aseguró.
No cualquier persona puede revisar la mochila de nuestros hijos, lo debe hacer personal con capacidad para hacerlo y que los jóvenes no se vean amenazados. Una propuesta importante de la SEP, con la que coincidimos, es la participación durante estas estrategias de madres y padres de familia.
Tendremos que organizarnos y definir claramente la estrategia. Nosotros impulsamos, también desde el año pasado, que la Operación Mochila empiece en casa. Eso y dar un desayuno a los chicos son dos de las cosas importantes con las que hay que arrancar el día.
Para el bachillerato estamos proponiendo estas revisiones con la aprobación de los chicos y que puedan ser partícipes activos de estas estrategias.
Para concluir, opinó que “quizá, más que la mochila, sea conveniente revisar nuestras propias emociones como adultos”.
Hay una iniciativa federal para ir incorporando psicólogos en las escuelas, lo que por supuesto tiene que ver con un tema presupuestal, pero me parece que el desarrollo humano, que es a donde tendería el análisis y atención con un psicólogo no debe ser exclusivo de las escuelas, todos debemos hacer esta revisión de cuándo necesitamos ayuda en un mundo violentado, en el que es fácil enojarse, agredir a otros, estallar.
Todos debemos hacer ese análisis de nuestros niveles de estrés y frustración. La cultura de acudir al psicólogo y desarrollar actividades que contribuyan al desarrollo humano no sólo tiene que ser del ámbito escolar. Nos hemos encontrado con que los padres de familia estamos solos, rebasados, por un tema de economía o social y porque no hemos hecho buen uso de la tecnología y redes sociales, de modo que perdimos nuestro rol como padres y líderes de las familias.