El expresidente estadounidense Donald Trump se enfrenta desde hoy a su segundo juicio político, acusado de incitar a una insurrección, con una estrategia de defensa basada en la libertad de expresión y la inconstitucionalidad del proceso, pero insistiendo en el fraude electoral que no ha podido demostrar.
El equipo legal de Trump urgió ayer a desestimar un caso constitucionalmente defectuoso, y señaló que es “absurdo” responsabilizarlo por la toma del Capitolio.
Por su parte, los parlamentarios demócratas a cargo del proceso presentaron sus propios argumentos, denunciando que el expresidente “traicionó al pueblo estadounidense” y que lo que hizo es indefendible e inexcusable.
El juicio político comenzará hoy con un debate y votación en torno al tema de si es constitucional enjuiciar a un exmandatario. Los argumentos iniciales se tienen programados para mañana al mediodía y cada parte tendrá un máximo de 16 horas para presentar sus argumentos.