Saltillo.- Acababa de sonar la campana para que los alumnos regresaran a sus aulas después del receso. Algunos minutos antes probablemente la tragedia habría sido mucho mayor.
Juan Manuel se encontraba, junto a otros 10 compañeros, en el patio central de la escuela aún disfrutando del clima fresco de la lluvia y de la curiosa vista que ofrecía el inusual granizo que la tarde del martes sorprendió al surponiente de Saltillo.
De pronto se escuchó un extraño crujido y un instante después un estruendo que no dio tiempo a nadie de reaccionar; el techo de lámina con estructuras de acero del patio central, colapsó.
“Yo estaba en mi salón, apenas acabábamos de entrar de recreo, como que se desprendió por todo el granizo que hubo, se partió a la mitad, pero de repente, así, de volada ¡PUM!”, relató David Gerardo, alumno de tercer año de la Secundaria N° 5 Otilio González y quien observó los hechos desde el segundo piso del plantel.
“Yo vine a Rondalla en la tarde y ellos salieron a recreo y empezó a llover y ahí estaban todos jugando, se estaban mojando y de pronto se cayó, unos trataron de correr, pero en lo que trataron de correr se cayó el techo”, narró Cielo, estudiante del turno matutino y vecina de Juan Manuel.
“Iban pasando todos a su salón y de repente se cayó, nada más tronó cuando ya se partió a la mitad y quedaron todos abajo”, dijo Yuridia. La alumna de tercero relató también que el pánico se apoderó de maestros y estudiantes y algunos de estos últimos comenzaron a llorar asustados.
“Definitivamente lo vamos a extrañar”, expresó otra compañera del joven de 15 años que no logró salir con vida cuando el techo se desplomó sobre ellos.
Mónica recordó que “Cocada”, como le llamaban a Juan Manuel en la escuela y en el barrio, era un muchacho atractivo, alto, y a su parecer sumamente simpático que siempre la hacía reír.
Otros amigos recordaron que “Cocada” iba bien en las materias de la escuela, le gustaba andar en bicicleta y en patineta y hace poco tiempo había empezado a jugar en el equipo de futbol.
Alumnos de diferentes grados y de ambos turnos de la secundaria, acompañaron a Juan Manuel en su despedida final. También llegaron a su funeral integrantes de la Casa de Rescate Cristo Vive a donde el joven asistía.
“Entregó su vida a Cristo“, dijo una de sus tías durante el velorio. Recordó que Juan Manuel era un chico tranquilo que nunca dio problemas y que era muy servicial y acomedido con la familia.
“Cocada” será recordado, consideraron sus amigos, como un chico alegre y sumamente simpático que procuraba contar chistes o hacer cualquier tipo de gracias para hacer sonreír a sus compañeros.
“Se portaba chido, siempre le gustaba como que sacar sonrisas a todos, como juguetón, era una super persona”, expresó David, joven de tercer año.
“Tenía un juego, el de cuatro fotos y una palabra y siempre nos iba preguntando, es con un celular, son cuatro imágenes y tienes que encontrar una palabra por las cuatro, y siempre le gustaba jugar a ese juego y siempre nos hacía reír, hasta caminaba gracioso para hacernos reir”, mencionó Mireya.
La Secundaria suspendió clases toda la semana y será hasta el próximo lunes cuando posiblemente se reanuden las actividades.
Durante la mañana de ayer agentes del Ministerio Público de la Procuraduría General de Justicia del Estado realizaron los peritajes correspondientes en el plantel para determinar las verdaderas causas de la caída de la estructura y deslindar responsabilidades.