El Partido Verde Ecologista de México, por muchos años fue el gran aliado del Revolucionario Institucional, sobre todo fue el sostén de la administración de Enrique Peña Nieto y de los gobiernos estatales encabezados por el PRI, tal es el caso en Quintana Roo con el que se lograron varias estrategias para tener cubiertos municipios y el Congreso.
A pesar de tener buenos cuadros que lo representen, su desempeño en la carrera política ha sido cuestionado y mal visto por los excesos de algunos de sus dirigentes, iniciando con Jorge Emilio González y por considerarse un instituto político que ha sobrevivido por ser satélite, más no líder.
El partido del tucán representa todo lo que Andrés Manuel López obrador cuestiona y señala: oportunismo, corrupción, abuso de poder y el neoliberalismo, al ser aliados de los ex presidentes que incluso ha querido llevar a juicio.
Sin embargo, algo bueno debe de ofrecer el “verde” pues ese oportunismo ya está en todas las mesas de negociación de la mano de Morena, del PVEM no es de extrañarse, pero sí, el que la cuarta transformación tome el papel de sus oponentes.
Morena y el verde culminaron alianzas durante este 2021 en varios estados del país para ser la coalición denominada “Juntos Haremos Historia”.
Aterrizando a lo local, los intereses de Jorge Emilio “el niño verde” siempre han estado asentados en Quintana Roo y Morena es la oportunidad de dar continuidad a sus ambiciosos proyectos. Este partido ha ido ganado espacios en los oscuro y algunos involucrados en el tema mencionan que es el financiero de algunas candidaturas para la reelección como es Benito Juárez y Solidaridad.
Tras bambalinas, el Verde ecologista es un brazo financiero, lo que lo hace un excelente aliado, obviamente el cobro tendrá intereses que desde ya, generan ganancias.
EN EL OJO DEL HURACÁN.
Inicia el periodo vacacional de “Semana Santa” oficialmente hablamos del receso escolar que para padres de familia sobre todo caerá de verdad como un descanso.
Los destinos turísticos del país esperan un flujo importante de visitantes; las bellezas de Quintana Roo no serán la excepción. Sin embargo, hay que tener presente que el COVID-19 no se va de vacaciones, que la pandemia sigue vigente, aunque estemos adaptándonos a ella, y esta continúa por la gente sigue contagiándose y muriendo.
La vacuna más segura sigue siendo el distanciamiento social y la estricta practica de las medidas de higiene, de no hacerlo las consecuencias serían nuevamente graves como sucedió a principios de año y sería imperdonable cuando estamos a punto de lograr el objetivo del semáforo verde.
Si no se reduce la cantidad de salidas innecesarias, la población de nuestro país puede volver a registrar una nueva ola de contagios para abril y mayo. El proceso ha sido largo, pero aún no está terminado y la mejor arma es cuidar de uno mismo y, así, de las personas que más queremos y quienes lo hemos puesto en práctica no da el derecho no de pedir sino exigir esto suceda.
LO QUE LAS COPETUDAS CUENTAN.
Hace un par de semanas, el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín recorrió las instalaciones del Centro de Control, Comando, Comunicación, Computo y Calidad C5, que se espera ya en unos días sea inaugurado luego de ser uno de los proyectos más emblemáticos de la actual administración.
Una obra que ha esperado ese mismo tiempo y recorrido en equipamiento y operatividad, al darle vuelta al proyecto inicial de ser un auditorio que como tal fue inservible y que por ello nunca operó.
Como C5 se estima sea el centro más avanzado en seguridad y logística más avanzado del país e incluso de Latinoamérica pues la inversión es casi de unos mil millones de pesos.
Aunque el enfrentar el crimen urge desde hace meses, años, dicha obra llega en un periodo clave en el mandato de Carlos Joaquín, previo a un proceso electoral que será determinante en el futuro político y en la recta final de esta administración estatal. Como dijera la Tía Jovita “a cada capillita le llega su fiestecita”.