El Senado de Estados Unidos confirmó ayer a la fiscal federal Loretta Lynch al frente del Departamento de Justicia, lo que la convierte en la primera mujer afroamericana en ocupar este puesto.
Los senadores votaron por 56 contra 43 a favor de esta mujer de 55 años, que se desempeñaba desde 2010 como fiscal general del distrito este de Nueva York, donde supervisó varios casos de corrupción, crimen organizado y terrorismo.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, la nombró en noviembre para suceder a Eric Holder – también negro – que ocupaba el puesto de fiscal general desde 2009, pero su nominación se encontró en medio de una batalla entre la mayoría republicana y la minoría demócrata del Senado.
En Estados Unidos, la nominación de los miembros del gabinete presidencial debe ser aprobada por el Senado.
Hija de una bibliotecaria y un pastor bautista nacida en Carolina del Norte en 1959, Lynch es descrita por la Casa Blanca como una fiscal “fuerte e independiente”.
Lynch, graduada de la Universidad de Harvard, ya había oupado el cargo de fiscal federal del distrito este de Nueva York entre 1999 y 2001 bajo la presidencia de Bill Clinton. La abogada supervisa los casos penales de Brooklyn, Staten Island, Queens y Long Island.