Los calamares hablan

En Contexto

Los calamares hablan


 

Rodrigo Navarro

Según la leyenda escandinava algo siniestro se oculta en las profundidades del océano. El Kraken era un animal retorcido, monstruoso, feroz que atacaba a las embarcaciones y las destruía. Tenía cerca de 80 mt. de largo, aunque hay referencias literarias hasta de 2.5 Km. Se lanzaba sobre los grandes navíos. A veces confundiéndolo con una isla los marinos desembarcaban en ella y eran devorados. Viene de la palabra escandinava krake que significa retorcido.

La leyenda tiene su origen en Noruega aunque con el nombre Lyngbakr en el año de 1250 y es mencionado en la saga de Óvar-Oddr en donde al pasar por una isla un grupo de marineros son atacados por una creatura, el hafgufa, que en realidad era la isla misma. Los pescadores noruegos dicen que si tienes una pesca inusualmente buena es porque “pescaste sobre un kraken”.

Hay una famosa novelita sobre el monstruo marino escrita por  John Wyndham considerado el maestro de la catástrofe clase mediera (un poco lo que hoy llamamos literatura basura o de best seller), The Kraken Wakes (El kraken acecha, 1953) la realización vívida de una pesadilla en donde el monstruoso animal destroza a la población de una villa de pescadores.

Hoy día se asocia al Kraken con el calamar gigante Architeuthis dux que mide 18 mt. de longitud y sus antepasados medían hasta 80 mt. Eran tan numerosos que al saltar en la superficie de los mares impulsados por el sifón que les impulsa, caían sobre las embarcaciones con bastante frecuencia y “las atacaban”.

Este 21 de enero NatGeo difundió una investigación, originalmente publicada dos días antes en el Journal of Experimental Biology,  que se ha realizado durante varios años por científicos de la Universidad de Stanford en la estación Hopkings de Estudios Marinos liderados por Hannah Rosen, junto con NHK, la TV pública japonesa y el Museo Nacional Japonés de Ciencia y Naturaleza.

Se sabía que los calamares gigantes de Humboldt (Dosidicius gigas), conocido también como “diablo rojo” por la ferocidad con que atacan las capturas de los pescadores mexicanos en el Golfo de Cortés, que pueden crecer del tamaño de un ser humano (hasta 1.80 mt.) son cefalópodos donde están incluidos los  amonites y los belemnitas (extintos); los nautilius, los pulpos y calamares, que en realidad son calamares y sepias o jibias (a los que los españoles llaman chipiriones) dos órdenes distintos.

También se sabía que viven desde la superficie hasta 7 mil mt. de profundidad, desde Chile hasta Alaska dependiendo de la corriente de Humboldt. Su origen se remonta hasta el Cámbrico superior hace 510 millones de años, y su característica más importante es su desarrollada región cefálica que contiene tentáculos. Noventa y sin ventosas como en el Nautilus (verdadero fósil viviente), o diez en el calamar con dientes en las ventosas (aunque los hay de 8 pero son la excepción) y con ocho con ventosas como los pulpos. Verdaderamente son una cabeza con patas, de ahí su nombre cephalopodos. Son feroces depredadores.

Los tentáculos tienen ventosas para succionar a sus presas y en caso de los calamares tienen dientes que desgarran la piel. Tienen un par de placas calcáreas en la boca que enrollan y que sirven como pico con una longitud hasta de 5 cm. Y le sirve para romper y masticar conchas, espinas y huesos (los calamares gigantes atacan a los cachalotes). Sin caníbales comen individuos de su misma especie, también otros moluscos, camarones, peces y cangrejos.

Con el hombre han sido agresivos al disputar una presa de pesca pero también con buceadores a los que han arrancado la máscara y destruido cámaras fotográficas que llevan un flash con luz blanca o azul (Brady Barr, 2009). Ahora se sabe que no reaccionan ante la luz roja y que el blanco es el color predominante durante el cortejo y la amenaza (William Gilly 2013).

En 2009 NHK y Discovery Channel grabaron en video a 900 mt de profundidad al calamar gigante en la Isla de Ogasawara Japón. http://vimeo.com/56772006

Los pulpos tienen cromatóforos o pigmentos de color en la piel que controlan a voluntad, se sabe desde el 2006 sirven para comunicación (William Gilly). Agrandan al animal y lo hacen verse más agresivo. Cuando atacan utilizan el rojo. Los calamares tienden a acelerar o desacelerar sus flashes para enviar diferentes mensajes, explica Hannah Rosen.

Los autores del artículo explican que los calamares “hablan entre sí” utilizando estos cambios de color. Diferenciaron dos patrones de conductas: el flashazo, caracterizado por una oscilación global de color (2 a 4 Hz.) entre blanco y rojo utilizado para la señalización intra específica, “hablar” con otros calamares (apareamiento, advertencia, saludos, etc.).

Y el parpadeo: que fue observado cuando no ocurría el flashazo. Esta caracterizado por longitudes de onda irregulares, en parches de cromatóforos, a veces con patrones muy veloces de reflejancia del entorno (mímica). Sirve para comunicación extra específica (confundir a depredadores, mimetizarse, asustar al atacante, etc.). Al huir los colores parpadean hasta apagarse como sucede con la pantalla de un computador.

Esta nueva investigación es el primer intento de trazar los patrones de comunicación entre calamares en libertad y sin la presencia intimidante de un ser humano. Hace 6 años NatGeo desarrollo la Crittercam, una cámara diseñada para “vestir” en animales de cuerpo suave como los calamares, una especie de “sweter” de un material muy parecido a la lycra que fue puesto en el cuerpo de los cefalópodos.

Ahora se colocó en tres calamares y se estudiaron los videos obtenidos por el Crittercam team, encontrando conductas muy diferentes hasta las ahora conocidas, que era muy semejante al patrón de parpadeo, expresó Kyler Alberttany Director de Investigación Remota del laboratorio marino. Pudieron determinar que no reaccionan ante el color rojo, pero sí ante el azul y el blanco.

La semana pasada estuve buceando con mis compañeros de la UNAM Sergio Caballero y Fernando Hurtado, nuestro instructor Gabriel Nayar y nuestro amigo Leo Morales. Hacia el final de un buceo en la pared de Paso del Cedral encontramos un par de chipiriones. Mis amigos se separaron de mi y me quedé grabando a los calamares (jibias).

Uno de mayor tamaño parecía llevar el liderazgo y el otro le imitaba. Cambiaban los cromatóforos a gran velocidad, del verde en el arrecife, al azul a media agua, al blanco cuando me les acercaba demasiado. Ahora sé que es un patrón de parpadeo para tratar de confundirme.

Los cromatóforos iban en sentido opuesto a la dirección de un nado muy lento que efectuaban y de pronto salían disparados hacia el lado contrario. Se detenían unos cuantos metros adelante. Estuvieron realizando este movimiento por espacio de unos 5 minutos sin entender porque no lograban perder y desorientar a este raro bicho que les perseguía. Afortunadamente mi cámara no posee flash, también ahora lo sé, si no, tal vez hubieran huido o la hubiesen atacado como ha pasado con calamares más grandes. Fue una experiencia magnífica y leer este artículo me permitió entender muchas de sus acciones conductuales.

Hacia mediados de los años 80 se puso de moda pescar y consumir calamar baja californiano, que no era otro que el diablo rojo. Sin conocer los datos de la pesquería se explotó por dos años, hasta que la UNAM decidió realizar investigación básica. Uno de mis compañeros y amigos Gerardo Berges hizo su tesis sobre ello y vivió a bordo del barco oceanográfico de la UNAM, Justo Sierra. Resultado, se afectó la población del calamar debido a la pesca intensiva sin conocer datos básicos como su longevidad, tiempo de apareamiento, ecología, alimentación, migración, etc. Se pescaban en 1974 14 toneladas de calamar al año y en 1984 fueron 22,5 mil toneladas (Ehrhard, Nelson 1980). Afortunadamente se dejó de consumir en grandes cantidades y un estudio del 2005 anuncia que la población es máxima respecto a los recursos (la sardina en el estudio en cuestión). (González Márquez et all, 2005).

Ahora se sabe que viven dos años, que se juntan hasta 1,200 individuos durante sus migraciones, que avanzan hasta 24 km/hr. propulsados por un sifón de agua que arrojan para avanzar. Usan los tentáculos como un cono para rodear a la presa, la toman con las ventosas dentadas y en segundos las destrozan con sus picos. Migran en la noche, miden de 1.5 a 1.8 mt. E l calamar el invertebrado más grande del mundo, pesan de 50 a 80 kg. Hay un investigador que afirmó que cazan en grupo pero no se ha corroborado con nuevas pruebas y se cree que simplemente observó a varios calamares atacando al azar a una sola presa. Las puestas de huevos no es una espiral perfecta como en la mayoría de los moluscos sino es incompleta. Sus grandes ojos son muy agudos e impresionantes, es por ello que cazan de noche.

La acidificación del océano por motivo del Cambio Climático Global según un estudio de la Academia Nacional de las Ciencias de EU ha disminuido la tasa metabólica del calamar en 31% y su actividad (nado, caza, brincos, migración) en 45%. No solamente las acciones humanas como la pesca para consumo afectan al calamar, también el uso intensivo de su automóvil, el consumo de electricidad en casa, el consumo de carne y alimentos procesados que causan la deforestación lo afectan. Salvo su mejor opinión.

Correo: rockydelfin@hotmail.com

 

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