8. Los incendios forestales

Pero las cosas no quedarían allí. El huracán derribó miles de árboles que se convirtieron en peligroso combustible. En febrero de 1989 iniciaron una serie de incendios forestales que duraron cinco meses. Fue un desastre ecológico, el mayor en la historia del país.

Se devastaron 135,000 hectáreas de selva y el humo invadió a la ciudad, cubriéndola totalmente. Algunos decían que las lenguas de fuego se veían hasta en la zona hotelera. En esas condiciones se desarrolló el certamen de belleza que se pretendió organizar durante cinco años en forma consecutiva, pero no se logró.

En ese entonces Cancún tuvo un problema con Televisa. Raúl Velasco, quien conducía el programa de variedades “Siempre en Domingo”, pretendía conducir la Gran Final de Miss Universo, que se transmite a todo el mundo. Sin embargo, los dueños estadounidenses de la marca no lo dejaron y esa empresa tuvo que transmitir el certamen con dos conductoras que narraron a la televisión nacional el evento, apoyándose en un monitor que les facilitaron en el hotel Fiesta Americana Condesa, donde se desarrolló.

Ese detalle propició que Televisa “vetara” a Cancún. Durante muchos años este centro vacacional fue excluido de los eventos de Televisa y si se hablaba de este destino en las pantallas de esa cadena televisiva, no era en términos muy positivos. Por ejemplo, siempre se exageró en la difusión de noticias relacionadas con el mal tiempo e, incluso, llegaron a haber reclamos oficiales por parte de hoteleros y autoridades municipales ante directivos de esa empresa.

Con el paso del tiempo las cosas tienden a mejorar e, incluso, antes de que “Siempre en Domingo” desapareciera, tuvo algunas ediciones en el Centro de Convenciones, que se estrenó a finales de 1992.

-Antes no veníamos, porque Cancún no tenía instalaciones adecuadas -dijo Raúl Velasco en su regreso a esta ciudad y quien en otras ciudades realizaba su evento en estadios de béisbol, de fútbol o hasta en áreas abiertas.

En 1989 la administración municipal de José González Zapata, que había pasado por el desalojo de los “paracaidistas”, tuvo otra vez que enfrentar críticas por otro hecho violento en la zona hotelera. Un albañil totalmente borracho pidió el servicio de taxi al hotel Fiesta Americana Coral Beach, en cuya construcción participaba.

Devolvió el estómago en el interior del vehículo y además no quería pagar. Sus compañeros se percataron de que el taxista ya lo estaba golpeando y respondieron con un auténtico motin, pues comenzaron a agredir al taxista y luego a cuanto vehículo pasara por el lugar. Pedazos de piedra salían de la obra negra. La policía intervino e ingresó a la construcción.

Más de 200 albañiles fueron detenidos y todos fueron transportados en varios camiones de Turicun, entonces Transtur, a la cárcel municipal, que se ubicaba en esos tiempos a un costado del Palacio Municipal.

A la postre, el hotel Fiesta Americana Coral Beach se convirtió en el primer edificio “inteligente” de Cancún, al ofrecer todo tipo de servicios automatizados. Lo inauguró el presidente Carlos Salinas de Gortari en febrero de 1991.

La historia de Cancún marca también algunas huelgas de hambre. El 8 de octubre de 1988 Raymundo Martín Gómez, corresponsal de Notimex en Chetumal, se declara en huelga de hambre, en protesta porque, según él no había libertad de expresión en el Estado.

A ese movimiento, que dura casi dos semanas en los bajos del Palacio Municipal, se suman reporteros como Emilio Carrasco Hernández, quien había sido despedido de un periódico y también José Segoviano Martínez y Carlos Chablé Mendoza, quienes fueron dados de baja de Radio Chan Santa Cruz de Felipe Carrillo Puerto, por

entrevistar a Cuauhtemoc Cárdenas Solórzano, quien realizaba su primera campaña presidencial.

Martín Gómez eligió el 8 de octubre para iniciar su huelga, aprovechando que por celebrarse el aniversario de la conversión de Quintana Roo a Estado, el Congreso decidió que la sesión solemne para conmemorar esa fecha se realizara en Cancún, como una muestra de solidaridad por la ciudad que más sufrió por los embates de “Gilberto”.

Esa ha sido la única ocasión en que el Congreso ha sesionado fuera de la capital del Estado.

El movimiento de los periodistas tuvo simpatía popular. Incluso, se vio desfilar a gente humilde que llevaba comida o hasta atole a los ayunantes, creyendo que dejaron de comer porque no tenían dinero.

La administración de Miguel Borge Martín (1987-93) negoció con los manifestantes, quienes, entre sus demandas, pidieron la instalación de una oficina de Comunicación Social del gobierno del Estado en Cancún. El primer titular de esa dependencia fue Román Martínez, ex reportero de Ovaciones en la ciudad de México y ex funcionario municipal.

Salir de la versión móvil