Por Martín G. Iglesias | Caminos del Mayab
Por ley, las y los presidentes municipales de Quintana Roo, están obligados a rendir un informe del estado que guarda la administración a su cargo, en un año de trabajo, no solamente de las obras hechas por el gobierno Federal y Estatal, sino en qué se ha aplicado el presupuesto que es de todos los ciudadanos.
Hasta ahora, ninguno de los alcaldes en funciones, de los cuales ocho van a repetir en el cargo, ha sido cuestionado por el legislador de su distrito, al contrario, existe como una especie de complicidad política para poder decirle al pueblo verdades a medias y en ocasiones hasta mencionar obras y acciones que no existen, total, no hay quien audite ni quien cuestione.
Verter gran cantidad de información en diapositivas o videos, no da tiempo para el análisis de los presentes, menos cuando existe un Cabildo sometido, donde la oposición solo sirve de comparsa, pues se sirven de su posición para recibir toda clase de servicio, prebendas y favores.
Hay que sumarle, que en algunos municipios no hay dinero ni para ayudar con medicamentos al pueblo, pero sí para el suntuoso Informe de Gobierno, donde los millones de pesos gastados en la organización del evento, deberían servir para cubrir las necesidades de los habitantes menos afortunados de la demarcación.
He creído que los informes son y serán un espacio para el lucimiento personal del político, porque al final de cuentas, quienes están al frente de la administración del Municipio, utilizan en la práctica la vieja fórmula de un presidente municipal: les informo que todo lo que entró, es lo mismo que se gastó.
Eso sí, tres años son suficientes para cambiar el estilo de vida del político al frente del Municipio, ya no viaja en su vehículo particular, sino que ahora es un vehículo de lujo; ya no vive en una casa modesta, sino prefiere tener una residencia bardeada por su seguridad; ya no come en cualquier lugar, tiene que tener a su servicio el mejor chef del mundo; no viste como cuando andaba en campaña buscando el voto, sino que ahora tiene que ser ropa de diseñador y por qué no, ahora que puede cargarle los gastos al erario, cumple su sueño de viajar al extranjero, a lugares que siempre soñó visitar, total, no hay quien audite y menos quien diga gana en medios de comunicación, los que son unos vendidos que solo critican a los buenos políticos emanados del pueblo.
Llegamos al final de un trienio, donde la calidad de vida de muchos habitantes es cada día peor, pues algunos no tienen ni para alimentarse tres veces al día, otros más desafortunados carecen de las herramientas básicas para tener una vida digna. Ahí se las dejo…
SASCAB
No hay que perder de vista a las y los regidores salientes de los ayuntamientos de Quintana Roo, en algunos municipios pidieron el bono de marcha (por ponerle un nombre al saqueo del presupuesto), cuando el espíritu de la ley es que los integrantes del Cabildo deben ejercer su cargo de manera honorífica, o sea, no deben de cobrar. Al tiempo…