A principios de abril se descubrieron cantidades “industriales” de combustible robado de oleoductos de Pemex (Petróleos Mexicanos) en Ecatepec de Morelos, en el Estado de México.
Tras el acecho de las autoridades por mar y tierra, los huachicoleros tuvieron que renovar sus operaciones de extracción de combustibles.
A principios de abril se descubrieron cantidades “industriales” (alrededor de 250 contenedores de mil litros) de combustible robado de oleoductos de Pemex (Petróleos Mexicanos) en Ecatepec de Morelos, en el Estado de México. Fue a través del reporte de un fuerte olor a gasolina en una parte del Túnel Emisor Oriente (TEO) que llevó al descubrimiento de dos predios donde se almacenaba el hidrocarburo.
Se encontraba en “cientos” de contenedores de mil litros, reportó la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC). Además, se hallaron tomas clandestinas en los kilómetros 290 a 295 del ducto Tuxpan-Azcapotzalco que habían operado durante varios años.
Las autoridades del gobierno federal también hallaron maquinaria de perforación, tanques metálicos y mangueras, tal y como lo relató Javier González del Villar, director logístico de la petrolera estatal Pemex, en conferencia de prensa el 1 de abril.
Más adelante, se descubrieron al menos cuatro túneles más. Estos llevaban hasta tomas ilegales en oleoductos cercanos. A comienzos de abril se descubrió un túnel similar de 50 metros en Santa Catarina, Nuevo León.
González del Villar declaró en su conferencia de prensa que los túneles tenían electricidad y ventilación y que estaban apuntalados con tablas y tablones de madera. Los describió como “perfectamente construidos”.
Además de las capacidades técnicas y la infraestructura, las autoridades resaltaron que la red de huachicol contaba con los recursos económicos y de personal suficientes para realizar la operación a una “escala industrial”.
“Son dos predios con cientos de contenedores de gasolina en el municipio de Ecatepec, Edomex, lo que permite suponer la actividad de huachicoleo de dimensiones industriales”, dijo Rosa Icela Rodríguez, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).
Aunque desde siempre las redes de huachicoleo han buscado nuevas maneras de extraer el combustible de los oleoductos en México, la escala y sofisticación de esta operación subterránea no tiene precedentes.
Recientemente se han usado mangueras enterradas para eludir la vigilancia alrededor de los ductos, pero los túneles construidos exclusivamente para usarse en el huachicoleo bajo tierra emulan los usados por los grandes carteles de narcotráfico.
En un informe del 22 de marzo, el Secretario de la Defensa Nacional (Sedena) mencionó que Hidalgo es el estado con el mayor mercado de venta de huachicol.
El general Luis Cresencio Sandoval dio a conocer el robo de combustible que se ha generado durante el último mes, en la conferencia del presidente Andrés Manuel López Obrador en Palacio Nacional. El reporte mensual sobre la situación de seguridad pública resaltó a otros estados dañados por el huachicol como Guanajuato, Michoacán, Estado de México y Tamaulipas.
Desde que comenzó la administración de López Obrador en 2018, el combate al robo de combustible ha sido uno de sus principales intereses, de ahí que designó esta tarea al Ejército y la Guardia Nacional. Los castrenses también custodian la circulación de pipas y planean rutas de distribución para surtir a terminales de abastecimiento para las gasolineras.
Hidalgo fue el mismo estado que en 2020 registró aseguramientos por más de 850,000 litros, según datos de la Subprocuraduría de Control Regional, Procedimientos Penales y Amparo. En ese mismo periodo se ejerció acción penal en contra de 94 personas involucradas en crímenes derivados de la sustracción y posesión ilegal de hidrocarburos.