Para la excanciller boliviana Karen Longaric, el régimen del presidente Luis Arce “ha desilusionado a los bolivianos”, por su inclinación a la persecución política reflejada en las acusaciones contra la expresidenta Jeanine Áñez.
“Nunca en Bolivia habíamos atravesado una situación de esa magnitud”, dijo Longaric durante una entrevista con la que afirmó que el trato a Áñez, detenida por acusaciones de terrorismo, no tiene precedente.
En sus declaraciones, afirmó que durante su desempeño como canciller trató de comunicarse, sin resultados, con el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.
Longaric indicó que “ni siquiera en los golpes militares más duros que tuvo el país, hubo una violencia extrema contra un exmandatario” y aseveró que se pretende “humillarla ante la opinión pública, con una detención violenta y un trato inhumano, irrespetuoso para un exmandatario”.
El gobierno, añadió, “ha pasado todos los límites que se pueden razonablemente tener”.
Longaric, incorporada a la vida académica y profesora emérita de la Universidad de San Andrés (mayor Universidad pública de Bolivia), dijo estar al pendiente y preocupada, como todos los bolivianos, por lo que pasa en el país, de cómo ha sido el gobierno bajo la nueva gestión.
“Todos confiábamos que, así como (Arce) asumió democráticamente el mando de Bolivia, su conducción sería de manera democrática, respetando las reglas del Estado de derecho y Derechos Humanos”.
En cambio, afirmó que “este gobierno ha desilusionado a los bolivianos, con sus rasgos totalitarios, a la persecución política que hay en este momento, a través de mecanismos judiciales”.
La excanciller se dijo preocupada por la orden de aprehensión girada en contra de cinco exministros, dos de los cuales, Rodrigo Guzmán y Álvaro Coímbra, fueron detenidos con Áñez.
Longaric dijo que no hay una orden en su contra y mencionó que “se les señala de golpe de Estado, de sedición, pero a través de una inusual y extraña acusación”.
De acuerdo con la exfuncionaria, “esperamos que entre la protesta nacional que ha habido estos días, y que la seguirá habiendo, las autoridades nacionales den un paso atrás y pongan en libertad a Áñez, porque es una mujer que con certeza se someterá a cualquier investigación y se quedará en el país”.
Aseguró que su gestión en el Ministerio de Relaciones Exteriores fue de transparencia y de eficiencia.
La exdiplomática dijo que durante su gestión como canciller trató que la relación entre México y Bolivia fuera cordial y de gran respeto, aunque anotó que nunca recibió respuesta cuando intentó hablar con el canciller mexicano.
La relación entre ambos países se hizo tensa con el asilo político que México le dio al expresidente Evo Morales.
“Pero comprendo que el gobierno del señor Andrés Manuel López Obrador estaba muy próximo a Evo Morales.
“Considero que fueron relaciones más allá de cualquier cosa, respetuosa y con gestos muy amistosos de mi parte en mi gestión como canciller”, dijo.