El documental “¡De Panzazo!”, (por los pelos o de chiripa, en español de España) un retrato demoledor y triste hasta la vergüenza del estado actual de la educación pública en México, entró de lleno en la larguísima campaña electoral que vivió este país en el 2012, generando una agria polémica política cuando aún faltaba una semana para su estreno en salas comerciales. La cinta asestaba un durísimo golpe a Elba Esther Gordillo, la influyente presidenta vitalicia del poderoso Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), el más grande de América Latina con millón y medio de miembros, en un momento en el que la conocida como ‘La Maestra’ vivía días difíciles tras la ruptura de su alianza electoral con el PRI (Partido Revolucionario Institucional). Meses después acabaría ingresada en prisión por malversación de fondos de la SNTE.
La cinta, dirigida por Juan Carlos Rulfo, hijo del escritor Juan Rulfo, y el periodista Carlos Loret, está basada en un estudio de la asociación Mexicanos Primero, coordinado por David Calderón. Los datos del fracaso escolar recogidos en la película son apabullantes -de cada 100 niños que inician la primaria solo 51 la concluyen, siete de cada 10 adolescentes no entienden lo que leen o no saben multiplicar, solo una exigua minoría llega a la universidad, México ocupa el último lugar de la treintena de países de la OCDE en el Informe PISA- pero aún son más graves los testimonios e imágenes que contiene. Un funcionario de la Secretaría de Educación Pública no sabía cuántos maestros hay en México y remite al sindicato; el entonces ministro Alonso Lujambio negaba que se vendan las plazas de profesores y en el plano siguiente Elba Esther Gordillo calculaba alegremente que “entre 50.000 y 100.000 pesos”; Telescuelas que no sólo carecen de televisores sino que no tienen ni luz; altísimo absentismo laboral; o la tragedia de los chavales que acaban engrosando la filas del narco como sicarios.
“¡De Panzazo!” pone de manifiesto también a lo largo de sus 75 minutos que una buena enseñanza no es una cuestión solo de dinero. México destina casi un 6% de su presupuesto a Educación, un porcentaje alto para la media internacional, pero el 93% de ese dinero va a pagar salarios. Uruguay, con una inversión mucho menor, obtiene mucho mejores resultados académicos. El documental se rodó en escuelas de Ciudad Juárez, Morelia y México DF pasando por poblados aislados de Chiapas y de Guerrero, y de forma provocadora pero sin demagogia apunta que la única solución al desastre es una tarea colectiva de maestros, autoridades, padres y alumnos.
La baja calidad del sistema educativo es, según coinciden los expertos, la causa de la baja productividad y competitividad de México, lo que lastra su crecimiento económico. También era un lugar común señalar que el SNTE y su líder eran el verdadero obstáculo para el progreso de la educación en este país.
La película llegó a las pantallas semanas después de la ruptura entre Elba Esther Gordillo y el PRI y de la elección de Josefina Vázquez Mota como candidata a la presidencia de México en las elecciones del 1 de julio por el Partido Acción Nacional (PAN), el del presidente Felipe Calderón. El fin de la alianza electoral entre el histórico partido y Nueva Alianza (Panal), el de ‘La Maestra’, del que una de sus hijas era secretario general, dio pie a toda clase de interpretaciones -desde quienes opinaban que es pura representación hasta los que sostenían que era el peaje de la renovación del PRI-. Pero que las relaciones entre Vázquez Mota y Gordillo eran pésimas desde que la primera ocupó la Secretaría de Educación Pública era un hecho documentado. La candidata del PAN chocó con ‘La Maestra’ cuando en 2008 intentó aplicar un nuevo sistema para otorgar plazas de maestro con más competencia, sometiéndolos a evaluación y acabando con la práctica de heredar las plazas. Al final, aunque la reforma se aprobó, por esta y otra razones, Vázquez Mota tuvo que abandonar el cargo. Los votos del millón y medio de afiliados al sindicato y sus familias habían sido cruciales para la elección de Felipe Calderón. ‘La Maestra’ estaba más debilitada y aislada que nunca, pero quienes la conocen saben que es un animal político que siempre apuesta a ganador. Aunque el precio sea el futuro de México.
Fracaso colectivo
Juan Carlos Rulfo, hijo del autor de “Pedro Páramo” y “El Llano en llamas”, vivió con ansiedad los días previos al estreno de “¡De Panzazo!”, un documental por el que parte de la izquierda mexicana se le ha echado encima por estar apoyado por sectores próximos a Televisa. Autor de “En el hoyo” (2006), que obtuvo el premio al mejor documental en el Festival de Cine de Sundance, sobre los trabajadores que construían la ampliación de la avenida Periférico Sur en el DF, y de “Los que se que quedan” (2011), sobre las familias de los inmigrantes a EE UU, explica la polémica porque la película llega en pleno proceso electoral mexicano. “Igual ocurrió con ‘En el hoyo’ en 2006. Por el hecho de sacar a trabajadores, hubo quien entendió que era un documental de izquierdas y que apoyaba a Andrés Manuel López Obrador, el candidato del PRD. Políticos y medios mantienen un juego de polarización de la sociedad total. ¡De Panzazo! va mucho más allá de todo eso.”
Rulfo se embala: “El documental denuncia algo que es muy cierto y es que en México la educación no funciona. No es una cuestión de dinero y está en la raíz de nuestros problemas, de la violencia, de los políticos que tenemos, de nuestras actitudes, de nuestro lenguaje. No se está atacando la raíz y por eso estamos como estamos. Los maestros no pueden ser trabajadores sindicalizados sino profesionales de la educación”.
“¡De panzazo!” costó tres años de trabajo y medio millón de dólares. Una de sus novedades es que Rulfo prestó cámaras a los chavales para que hablaran ellos mismos y contasen la realidad de su vida cotidiana lo que le da una ‘estética You Tube’ al documental. Así se ven las pendejadas que hacen centenares de chicos en las aulas o en el patio de los colegios donde un día más los profesores no han ido a trabajar. México también está en los puestos de cabeza en el absentismo laboral de los maestros.