Manejo del presupuesto y “negocitos” dividen a Monreal y a Adán Augusto

Manejo del presupuesto y "negocitos" dividen a Monreal y a Adán Augusto

Manejo del presupuesto y "negocitos" dividen a Monreal y a Adán Augusto

CIUDAD DE MÉXICO, 16 de diciembre.– En el marco de la política parlamentaria mexicana, se han revelado diferencias significativas entre dos prominentes figuras de Morena: Ricardo Monreal, coordinador parlamentario en la Cámara de Diputados, y Adán Augusto López, líder en la Cámara alta. El origen de la confrontación parece radicar en el manejo de recursos presupuestales para el Senado en el ejercicio fiscal 2025.

Fuentes parlamentarias internas han reconocido que existen múltiples motivos de tensión. El primero y más relevante es la aparente omisión de Monreal en gestionar una asignación adicional de 160 millones de pesos destinados al Senado.

Adán Augusto López ha manifestado públicamente su inconformidad tras observar que el presupuesto inicial del Senado, originalmente establecido en 5,207 millones de pesos, sufrió un recorte de 123 millones de pesos después de la aprobación en la Cámara de Diputados.

Más allá de los aspectos financieros, las fuentes señalan un malestar más profundo relacionado con la conducta parlamentaria de Monreal. Específicamente, se le cuestiona haber concluido el periodo legislativo sin dar seguimiento a reformas importantes, como las correspondientes al Infonavit, la ley de Amparo y la reglamentaria sobre supremacía constitucional, mismas que ya habían sido aprobadas en el Senado.

La situación sugiere una ruptura en la cohesión interna de Morena, evidenciando que incluso dentro de un mismo partido pueden surgir conflictos por el manejo de recursos y diferencias en la gestión parlamentaria.

Las declaraciones revelan que, presumiblemente, este recorte presupuestal podría implicar la rescisión de dos “negocitos” cuya responsabilidad se atribuye directamente a Monreal, lo que añade una capa adicional de complejidad al conflicto.

Este desencuentro no solo refleja diferencias administrativas, sino que podría interpretarse como un síntoma de las dinámicas internas de poder dentro de Morena, donde la distribución de recursos y el manejo político pueden generar fracturas significativas.

La nota deja entrever que detrás de los números y las asignaciones presupuestales, se esconden tensiones más profundas que podrían tener implicaciones importantes para la cohesión del grupo parlamentario de Morena.

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