A la senadora Marybel Villegas Canché se le puede acusar de todo, menos de que no es congruente.
En su carrera política ha sido una constante el cambio de partido político y su posterior rompimiento porque no le cumplen sus caprichos o porque rompe acuerdos y compromisos.
Por eso no tenía que ser diferente ahora que no logró, por segunda ocasión en 13 años, la candidatura a la presidencia municipal de Benito Juárez, a la que pretendía como trampolín para buscar la gubernatura el próximo año.
En 2007 rompió con el PRD, luego de desconocer el método de selección de candidato a la presidencia municipal que, al igual que hoy, se decidió que fuese mediante una encuesta.
En ese entonces, el PRD era aliado del PAN y al final la candidatura y posterior victoria ante el PRI fue para el entonces neoperredista Gregorio Sánchez Martínez, quien al igual que Marybel ha transitado por varios partidos políticos y hoy forma parte del nuevo PES, Partido Encuentro Solidario.
El 12 de noviembre de 2007, en los días que siguieron a la definición de la candidatura, Marybel Villegas protagonizó un drama en una conferencia de prensa, en la que con lágrimas en los ojos anunció su renuncia al PRD, al calificar una farsa el proceso interno.
Al participar, Marybel Villegas tuvo que apegarse a las condiciones de la convocatoria, que planteaba la encuesta como principal herramienta de selección, pero como ésta no le favoreció dijo que esos sondeos “no son expresión viva de la voluntad ciudadana”.
Lo que ocurrió el domingo, cuando se confirmó que Mara Lezama sería la candidata de Morena y aliados a la presidencia municipal de Benito Juárez, fue prácticamente una calca de los hechos de 2007.
Marybel desconoció el proceso interno de Morena, criticó la encuesta, dijo que no fue tomada en cuenta en los sondeos y que impugnaría la designación de Mara.
El delegado de Morena en la Tercera Circunscripción Óscar Cantón Zetina la tachó de mentirosa, pues ella sí fue incluida en todas las encuestas, conocía los términos de la convocatoria, por lo que no debía haber motivo de queja.
Es obvio que la pusieron a prueba y, como siempre, no la pasó y como siempre, terminó enfrentándose a quienes tienen toda la fuerza política e influencia dentro de la 4T en la toma de decisiones.
El domingo, con su actitud, empezó Marybel su proceso de ruptura y de salida de Morena, que ocurrirá más temprano que tarde y nadie, ni Ricardo Monreal en quien basa su fuerza en el centro del país, le pondrá la malla de protección.
Nadie va a morir por ella.
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