En política los acuerdos sirven casi siempre para ganar tiempo, para posponer hechos a los que irremediablemente alcanzará el futuro y cuando llega el momento en que deben cumplirse, generalmente las cosas se complican de más.
Cuando el PRI definió a su candidato a gobernador en 2010, la disputa se centró entre Roberto Borge Angulo y Carlos Joaquín González.
Al final, después de varios encontronazos se acordó que primero iría Borge Angulo y luego Carlos Joaquín. También se acordó que allegados al gobernador que está por dejar el cargo serían candidatos a presidentes municipales.
Pero muy temprano hubo señales de que Roberto Borge no cumpliría los acuerdos, pues en Cancún perdió la presidencia municipal Guadalupe Novelo Espadas, cuota del joaquinismo y ganó el candidato del PAN-PRD Julián Ricalde Magaña, quien no tuvo problemas para entenderse con Borge.
En Tulum ganó Edith Mendoza Pino, pero a los pocos meses se inició una persecución política en su contra y terminó en la cárcel.
Al mismo tiempo, Roberto Borge puso toda su energía para evitar que Carlos Joaquín fuese candidato a gobernador y lo logró… al menos en el PRI, pero hoy está en la cárcel.
En síntesis, los acuerdos pactados en 2010 para que primero fuese gobernador Roberto Borge y luego le abriera cancha a Carlos Joaquín no se cumplieron, al contrario, el encono fue lo que prevaleció.
Hoy la futura XVII Legislatura, que asume funciones el próximo sábado, está atrapada por acuerdos políticos que se dieron a principios de año al interior de Morena, para que la senadora con licencia Marybel Villegas Canché se alineara a la candidatura de Mara Lezama.
Hay algunas leyendas urbanas alrededor del pacto que se dio con la intermediación del secretario de Gobernación Adán Augusto Gómez Hernández. Se hablan de posiciones políticas y otras cosas más mundanas.
Se dice que se acordó que Marybel Villegas fuera la coordinadora de campaña de Mara Lezama. Y lo fue, pero no coordinó nada, fue coordinadora sin coordinación.
También se dice que se pactó que fuese la número uno en la lista de candidatos a diputados plurinominales de Morena, para que más adelante coordine al grupo parlamentario de ese partido y presida la Junta de Gobierno y Coordinación Política de la XVII Legislatura.
Ya es diputada electa, pero aunque es muy probable que sea la coordinadora de los diputados morenistas, lo más seguro es que ooootra vez sea coordinadora sin coordinación y tampoco ocuparía la presidencia de la Jugocopo, no al menos en el primer año de la Legislatura, porque éste está reservado para el líder parlamentario del Verde, Renán Sánchez Tajonar.
En el círculo cercano a la senadora con licencia se argumenta que los acuerdos con Adán Augusto López tienen que cumplirse, pero sin ir muy lejos hay que recordar que apenas esta semana el secretario de Gobernación dejó plantado a los senadores morenistas que lidera Ricardo Monreal, bajo cuya sombra política se protege Marybel Villegas.
Es decir, como diría una clásica, Marybel está del lado equivocado de la historia y forzar las cosas como lo está haciendo, quizás sea porque ahora le interese más estar fuera, pero demostrando que fue por culpa de los demás y que por ella no quedó.
Con este panorama, el 2024 luce poco alentador para Marybel Villegas, pues nadie le garantiza que, como presuntamente se acordó, vayan a darle la candidatura de Morena a la presidencia municipal de Benito Juárez.
El gran problema es qué hacer con una Marybel Villegas nuevamente en la oposición interna.
Así las cosas, el futuro de Marybel Villegas y de la coordinación de diputados morenistas, está condicionado a dos acuerdos: el sancionado por el secretario de Gobernación y el establecido a nivel local con la participación del gobernador Carlos Joaquín González, en el que la senadora con licencia no tiene vela alguna.
Los dos pactos son incompatibles entre sí. Marybel puede ser tolerada, pero difícilmente podría ver concretados los presuntos acuerdos avalados por Adán Augusto López, no al menos en todos sus términos, pues ello implicaría compartir el Poder con ella y esto no se da en ningún lado.
En este escenario la gran prueba para Morena será demostrar que hay operadores políticos lo suficientemente avezados como para contenerla.
¿Qué pacto prevalecerá? No hay plazo que no se cumpla. El sábado sabremos qué acuerdos son los que transitan.
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