Más de 220 personas resultaron heridas el miércoles en enfrentamientos entre manifestantes opuestos a las restricciones sanitarias y las fuerzas de seguridad en Trípoli, una gran ciudad del norte de Líbano, indicó la agencia nacional de información.
Las autoridades libanesas prolongaron hasta el 8 de febrero un severo confinamiento, decretado inicialmente hasta el 25 de enero, para frenar la propagación del nuevo coronavirus y aliviar a los saturados hospitales.
Las restricciones incluyen también un toque de queda permanente y el cierre de comercios. Las autoridades buscan además aumentar el número de camas en los hospitales para los pacientes enfermos de covid-19.
Según la agencia nacional de información, 226 personas resultaron heridas: 102 fueron atendidas o llevadas a hospitales de la ciudad por la Cruz Roja libanesa y otras 124 por los socorristas de la Asociación Médica Islámica
En total, 66 personas fueron hospitalizadas.
Por su parte, las fuerzas de seguridad dieron cuenta en Twitter de nueve agentes lesionados.
Los manifestantes lanzaron cócteles molotov y piedras contra las fuerzas de seguridad, que replicaron con gases lacrimógenos, según una corresponsal de la AFP en el lugar.
Un grupo de manifestantes intentó entrar en el Serail, la sede de la gobernación del Norte, y otros se concentraron en la plaza Al Nour.
En un momento dado, se escucharon disparos de balas reales de origen desconocido, donde se estaban celebrando las concentraciones, según la reportera de la AFP, mientras que algunos manifestantes prendieron fuego a la entrada de un edificio de la policía.
“Estamos aquí para pedir comida, la gente tiene hambre”, declaró Mohamad Ezzedine, un manifestante de 20 años. “Ha llegado el momento de que la gente salga a la calle”, agregó.
“Hemos tomado la decisión de continuar nuestra acción, cueste lo que cueste […] pues no tenemos nada que perder”, agregó otro manifestante, con pasamontañas.
Tras varias horas de enfrentamientos, las fuerzas de seguridad y el ejército desplegaron refuerzos en torno a la sede de la gobernación y en la plaza Al Nour para dispersar a los manifestantes.
El martes por la noche, enfrentamientos similares dejaron 45 heridos, quince más que los registrados la víspera, según la Cruz Roja libanesa.
Este país de Oriente Medio, de seis millones de habitantes, registró hasta el momento 2.553 decesos por 289.660 casos de coronavirus.
Libano está sumido en su peor crisis económica, con una depreciación histórica de su moneda, hiperinflación y despidos masivos. La mitad de la población vive en la pobreza.
Fuente: Excelsior