Durante el foro del ITAM se presentó el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, con una visión que lejos de ser pesimista, más bien presenta la realidad y ayuda a elaborar un plan.
Meade sin mencionar directamente a Trump, sí dice que los últimos acontecimientos han puesto nerviosos a los mercados porque han minado la confianza de inversiones sobre México. Y cómo no, si Trump presiona a compañías para dejar México, y por la cía fiscal busca imponer un impuesto fronterizo en contra de los productos mexicanos.
MOSTRAR ECONOMÍA VIABLE A INVERSIONISTAS
Trump en su limitada visión económica, no ve ventajas regionales, economías a escala, competitividad, acuerdos. Nada de eso.
El nuevo inquilino de la Casa Blanca sólo mira el atraer inversiones a su país, aunque le resulten fiscalmente caras por darles subsidios, y sean menos competitivas. Pero eso ha minado la confianza de la economía mexicana.
Para Meade el haber minado esa confianza es un primer impacto. Pero en un segundo momento, México puede recobrar la confianza al recordarles a los inversionistas que es un país con reglas claras, con reformas, con estabilidad y, quiera o no Trump, con cercanía logística privilegiada para venderle a Estados Unidos.
FORD, CHRYSLER, CARRIER, LAS QUE SE LLEVÓ
Un primer punto de arranque para tomar decisiones acertadas, es aceptar la realidad: Trump se ha llevado inversiones (Ford, Chrysler, Carrier) y todavía no comienza su mandato.
Trump va en contra del TLC con México al buscar imponer cuotas compensatorias a productos mexicanos mediante un impuesto fronterizo. Y desde luego todo ello ha golpeado al peso.
Ahora, el remedio para contrarrestar a Trump no es tan fácil. Pasa sí por renegociar el acuerdo comercial, pero también por recobrar el rumbo en el mercado interno y el crecimiento.
Un primer paso, incipiente y que le falta mucho por andar, es el acuerdo recién firmado: por fin se toman medidas para reactivar el mercado interno: privilegiar grandes inversiones públicas, mantener abiertas las llaves del crédito, premiar la formalidad.
El análisis de Meade en el foro del ITAM tiene razón: hay que recobrar la confianza en una economía abierta, con reglas claras, reformas y mejorar las políticas para crecer mucho más y combatir la corrupción.
GASOLINERÍAS, ONEXPO Y COFECE
Para lograr una competencia real en el precio de la gasolina, se debe permitir más gasolinerías.
Sin embargo, lo primero era solucionar su problema operativo: tenían un apoyo fiscal temporal, pero que Hacienda no se los regresaba a tiempo. Esto la Onexpo y Hacienda ya lo resolvieron, sobre todo en la frontera con EU. Revisaron ese apoyo así como el acuerdo para que Pemex les permita un poco más de plazo para pagar la gasolina.
Pero ahora quedaba otro problema: para que las gasolinerías puedan competir, y estar una frente a otra, así como en otros países, entonces las regulaciones de la Ciudad de México y los gobiernos estatales deben permitirlo. Ahí está la exhortación de la Cofece, la Comisión Federal de Competencia Económica, para que los gobiernos locales flexibilicen sus regulaciones y permitan a las gasolinerías instalarse más fácilmente.
CARSTENS, TODAVÍA NO VE INFLACIÓN
Agustín Cartens al participar en el Seminario de Perspectivas Económicas del ITAM, tranquilizó a muchos al mencionar que el Banco de México no ve inflación a la puerta con el gasolinazo.
Y si bien sí argumentó que el aumento a la gasolina, al salario mínimo y al dólar pueden provocarles presiones inflacionarias, éstas todavía no se tienen y estarán atentos para evitarlas. Y al final respondió que ellos no van contra alzas en precios relativos.
Esto a colación del aumento del dólar, donde hay que recordar: el Banco de México actuará si hay presiones inflacionarias, y sólo si el dólar caro provoca importaciones onerosas que traigan presiones en los precios.