Cancún, 5 abril (Infoqroo).- No son médicos pero están en la primera línea de protección de los héroes en esta lucha pandemia, es el personal de limpieza de clínicas y hospitales donde atienden a enfermos de coronavirus.
Hasta la redacción de Infoqroo llegó la historia de Aridel Pérez Canseco, compañeros de la clínica 16 del Instituto Mexicano del Seguro Social en Cancún, quisieron reconocer no solo su trabajo sino también la campaña de motivación diaria que ha emprendido para darles ánimo.
“Nosotros hacemos el trabajo pesado atendiendo a los enfermos pero lo que hace gente como ella es invaluable, no sólo realizan el trabajo sucio y el que muy pocos están dispuestos a hacer, nos da ánimo para seguir adelante”, explicaron enfermeras.
En cada una de las áreas donde trabaja Aridel se ve su toque, por todos lados donde forzosamente caminan los médicos y enfermeras coloca letreros con mensajes de aliento y motivación.
Junto al jabón, frente al espejo, en los pasillos, junto al reloj checador, al garrafón de agua.
Fuera de su horario laboral, Aridel emprendió otra lucha para conseguir equipo de protección para el personal médico y de enfermería.
Mejor que nadie, el personal de las áreas de limpieza conoce las necesidades que tienen los hospitales en este momento para poder garantizar la salud del personal que tiene contacto directo con los enfermos de coronavirus.
Cuando sus compañeros de trabajo le preguntan porque hace todo eso por ellos, su respuesta es muy sencilla:
“Ella dice qué hay que cuidar mucho a los que están atendiendo a todos los enfermos, porque que si caen enfermos esos médicos y enfermeras, no habrá nadie que cuide a los demás”, explicaron sus compañeras.
La carga de trabajo del personal de limpieza en todos los hospitales se multiplicó exponencialmente, zonas que antes de la pandemia se limpiaban una o dos veces por turno ahora tienen que ser desinfectadas en su totalidad cada media hora.
Los suministros de jabón tienen que estar abastecidos todo el tiempo, lo que implica que deban ser llenados dos o tres veces por día.
En sus manos no está resolver la falta de insumos, pero sí mantener la higiene donde trabajan los héroes de esta feroz batalla.