Una de las formas en las que los conocidos como ‘burritos’ o ‘mulas’ transportan droga es tragando cápsulas llenas con narcótico, preferentemente cocaína en polvo, para que luego de llegar a su destino las expulsen de manera natural; sin embargo, en muchos casos las cápsulas que ingieren se les revientan en el estómago, provocando casi siempre una muerte segura.
Por José Pinto Casarrubias
Este fue el caso de una mujer colombiana que anoche falleció en un hotel ubicado en el primer cuadro de la ciudad, tras dos días de tener la droga en su cuerpo, que no pudo expulsar.
Resulta que la mujer viajó de Colombia a Cancún, donde logró pasar los filtros de seguridad de ambos aeródromos.
De acuerdo con Alicia Benavides López, de 21 años, hija de la hoy occisa, Heiden Alicia López Gutiérrez, de 39 años, quien compareció este jueves ante el Ministerio Público del Fuero Común (MPFC), dijo que vino de vacaciones con su madre y al llegar se hospedaron una noche en la zona hotelera y ayer se hospedaron en otro hotel pero esta vez ubicado sobre la avenida Uxmal, cerca de la terminal del ADO.
La mujer comenzó a sentirse mal, y entonces le confesó que en Colombia había ingerido unas cápsulas con droga que no había podido expulsar. Dijo que con un amigo de su madre, del cual desconoce su nombre, fueron a comprar un laxante y fruta, sin embargo tampoco pudo evacuar las cápsulas. Después llamaron a la Cruz Roja, pero cuando los paramédicos llegaron, la mujer ya había fallecido.
El MPFC inició la averiguación previa 336/2016 por la muerte de la mujer colombiana y de acuerdo con el resultado de la necropsia, la mujer falleció por una insuficiencia respiratoria, un choque séptico por cuerpos extraños en el tubo digestivo (500 gramos de cocaína).
Autoridades de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) informaron que darán vista a la Procuraduría General de la República (PGR), para lo cual ya giraron el oficio correspondiente y se pueda determinar cuál sería el origen final de esa droga.
Es importante recordar que éste no es el primer caso que ocurre en Cancún y generalmente son mujeres las que aceptan hacer ese trabajo de ‘mulas’.