En México ya están disponibles un millón de dosis de la primera vacuna contra el dengue, con la cual se esperan reducir hasta 80 por ciento las hospitalizaciones que se realizan a causa de los síntomas que provoca el virus, 93 por ciento de las reinfecciones que pueden resultar graves e incluso mortales, así como el gasto anual de 800 millones de pesos empleados para atender la enfermedad y hacer programas de sanitización del Aedes aegypti, el mosquito transmisor.
En el anuncio, Eduardo Arce, director general de Sanofi Pasteur México, explicó que la primera vacuna preventiva contra el dengue —avalada por la Organización Mundial de la Salud— significó una inversión de mil 500 millones de euros a lo largo de 20 años de investigación, asimismo, de 25 de estudios clínicos en más de 40 mil pacientes de 15 países; México participó con alrededor de 4 mil 600 personas.
En compañía de los expertos en dengue, José Ramos Castañeda, del Instituto Nacional de Salud Pública, y Juan Luis Mosqueda, director del Centro Ambulatorio para la Prevención y Atención en Sida e Infecciones de Transmisión Sexual (Capasits) en León, Guanajuato, Arce detalló que por México participaron el Instituto Nacional de Pediatría y las secretarías de Salud de Morelos, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán.
El esquema de vacunación que contempla tres dosis a lo largo de un año está dirigida a personas cuya edad es de entre nueve y 45 años y, de acuerdo con los investigadores, puede tener el mismo efecto que otras vacunas de proteger e inmunizar por 10 o 15 años; ello se definirá con la respuesta que tengan los pacientes.
Sandra Besada Lombana, directora médica del programa de Sanofi Pasteur Dengue para Latinoamérica, detalló que los estudios científicos demostraron que la vacuna tiene una efectividad de 65 por ciento, lo que significa que cerca de siete de cada 10 mexicanos estarán protegidos de los cuatro serotipos o cepas principales y prevalentes del dengue, con lo que se reduce ese 80 por ciento de hospitalización y 93 por ciento del riesgo de volverse a contagiar, ello implica desarrollar síntomas más graves en la recaída.
Aclaró que en menores de nueve años la vacuna no está indicada, debido a que su eficacia en este sector es de 33 por ciento con tendencia a la baja por falta de madurez de su sistema inmune y tampoco se recomienda aplicarse en embarazadas inmunosuprimidos —como son quienes tienen VIH/sida—, aunque ya se trabaja en un protocolo de protección hacia ese sector. Por lo demás, no hay contraindicación para enfermos crónicos como diabéticos e hipertensos.
La vacunación, aclaró la especialista, en absoluto erradicará el dengue, pero sí significará —para países como México— disminuir el número de casos, que en 2015 significó 27 mil 178 contagios, de los cuales se clasificaron como graves 5 mil 626 y hubo 40 decesos.
En lo que va de 2016, la Dirección General de Epidemiología ha reportado más de 8 mil 300 contagios y un total de 10 decesos. Son 27 entidades afectadas con excepción de Tlaxcala, Ciudad de México, San Luis Potosí, Zacatecas, Aguascalientes y Baja California.
“Lo preocupante es que el dengue significa la saturación de los servicios sanitarios aún cuando no hay un tratamiento para tratar los síntomas, que van desde fiebre hasta intensos dolores de articulaciones; también significa faltas o ausencias laborales y escolares, baja productividad, porque el virus se manifiesta con fatiga extrema por varias semanas”, detalló Ramos Castañeda, quien también integra el comité científico de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Se trata de una vacuna aprobada el 8 de diciembre del año pasado por la Cofepris y que hace una semana obtuvo los permisos para comercializarse en el sector privado (100 dólares la dosis aproximadamente). Se está negociado con el Consejo Nacional de Vacunación para que se incluya en el esquema del sector público.
Patricia Cervantes, directora médica de Sanofi Pasteur México, aseguró que según estudios de la UNAM la carga del dengue en México representa una inversión de 800 millones de pesos.