“México y Quintana Roo pagan un alto costo por no aprovechar el talento de las mujeres”, afirma Mara Lezama

“Jamás debieron cortarnos las alas”, destaca en su discurso por el 50 Aniversario de la creación de Quintana Roo y llama a enmendar esa histórica exclusión

“México y Quintana Roo pagan un alto costo por no aprovechar el talento de las mujeres”, afirma Mara Lezama

“México y Quintana Roo pagan un alto costo por no aprovechar el talento de las mujeres”, afirma Mara Lezama

CHETUMAL, 8 de octubre.— La gobernadora Mara Lezama Espinosa lanzó un enérgico llamado a reconocer y enmendar la histórica exclusión de las mujeres en la vida pública y en la toma de decisiones.

Durante su discurso en la sesión solemne del Congreso de Quintana Roo, con motivo del 50 aniversario de la creación del estado, subrayó que esta marginación ha tenido un alto costo no solo para Quintana Roo, sino también para México y el mundo..

“México y Quintana Roo pagan un alto costo por no aprovechar el talento de las mujeres”, afirma Mara Lezama

“La exclusión de las mujeres de la vida pública, replegarlas de la toma de decisiones, le ha costado mucho a Quintana Roo y a México. Al mundo le ha costado mucho porque se negaron a aprovechar el talento de tantas y tantas mujeres”, dijo trente a autoridades, dignatarios mayas y ciudadanos destacados,

“Jamás debieron habernos cortado las alas y jamás ninguna mujer debió haber escuchado aquella frase de ‘no lo vas a lograr'”, afirmó con determinación.

La Gobernadora enfatizó que durante muchos años la historia ha sido contada y protagonizada mayoritariamente por hombres, relegando a las mujeres a un segundo plano.

“A las mujeres se nos ha tratado de someter, hacernos a un lado, excluirnos de la vida pública, replegarnos de la toma de decisiones, y eso le ha costado mucho a Quintana Roo”, aseveró.

El evento contó con la presencia de Gilberto Pastrana, diputado constituyente; Jesús Martínez Ross y Joaquín Hendricks, primer y quinto gobernadores en la historia del estado; así como Marcos Ramírez Canul e Iván Suárez Caamal, autores del himno a Quintana Roo; dignatarios mayas, alcaldesas y alcaldes.

Luego, en otra ceremonia que se llevó a cabo en el Teatro Constituyentes del 74, se entregaron reconocimientos a 50 quintanarroenses destacados, seleccionados de entre propuestas de todos los municipios. Los cronistas de los 11 municipios también fueron homenajeados por su labor en la preservación de la historia y cultura del estado.

En su discurso ante el Congreso, Mara Lezama hizo hincapié en la necesidad de visibilizar y honrar a las mujeres que han sido pilares en la construcción de Quintana Roo.

“Aquí, en el muro de honor de esta Soberanía, solamente leemos los nombres de dos mujeres: Leona Vicario, una de las más destacadas heroínas de nuestra independencia, y María Uicab, la primera sacerdotisa maya de la Cruz Parlante y jefa militar durante la Guerra de Castas”, señaló.

La Gobernadora destacó a mujeres pioneras como María de Jesús Maldonado de Lugo, maestra pionera en la educación en la zona maya; María Cristina Sangri Aguilar, primera presidenta municipal, primera diputada local y primera senadora por Quintana Roo; y Luz María Zaleta, la primera diputada federal quintanarroense y primera mujer en la historia de México en contestar un informe presidencial.

También recordó a Florida Pastrana, presidenta del Consejo de Administración de la Cooperativa de Costureras “Josefa Ortiz de Domínguez”; Lumanda Barquet Pérez, representante del Territorio en una congregación de mujeres que celebró en la ciudad de México la aprobación del voto femenino en 1953; Cristina Madrid, primera maestra del antiguo Payo Obispo (Chetumal); Rosenda Ulloa Escalante, fundadora del campamento que posteriormente se convertiría en la comunidad de Nicolás Bravo; y Guadalupe Ercila de Valdez, presidenta de la Cooperativa de Costureras “Leona Vicario” en Cozumel.

Recuerda el exilio de María Romana Quintanilla

“Recordamos con orgullo a María Romana Quintanilla, una valiente mujer que tuvo que exiliarse de su tierra después de que exigió públicamente la renuncia de Margarito Ramírez, antiguo jefe político del territorio de Quintana Roo y de oscura memoria para nuestro pueblo”, añadió Mara Lezama, resaltando el valor y la resistencia de estas mujeres.

Margarito Ramírez fue gobernador del entonces Territorio Federal de Quintana Roo durante 15 años, entre 1944 y 1959.

Mara Lezama hizo un enérgico llamado a que nunca más se minimice la participación de las mujeres en los espacios de poder.

“Que nadie nos vuelva a decir cuando ocupen una curul: ‘Es que tengo que buscar una mujer para que cumpla la cuota’. ¡Jamás! Seguiremos abriendo el camino para esta verdadera igualdad sustantiva. Nunca jamás nos van a volver a decir que no podemos”, enfatizó.

Reconoció que, aunque en los primeros 50 años Quintana Roo se convirtió en un estado moderno y pujante, “en algún momento se perdió el rumbo, el crecimiento ya no fue parejo, se perdió el sentido solidario, se crearon paraísos turísticos con infiernos de marginación”.

Ante esta realidad, señaló que “para solucionar esta enorme grieta social hacía falta mucho más que un gobierno. Hace falta un consenso de gran alcance con todos los sectores de la sociedad”.

“Hoy, de cara a la historia, de cara al futuro, confirmo nuestra vocación de mantener y seguir construyendo consensos, dirimir las diferencias para encaminar a Quintana Roo hacia el mañana que todas y todos merecemos en esta nueva forma de gobernar”, declaró.

Afirmó que en este proyecto “nadie, absolutamente nadie, se queda atrás y nadie, absolutamente nadie, se queda afuera”.

Finalmente, Mara Lezama hizo un llamado a las juventudes de Quintana Roo para que se sumen de manera decidida a este desafío.

“Defiendan sus causas, que no necesariamente deben ser políticas, pero necesariamente sí deben ser sociales. Trabajen por sus sueños, por sus esperanzas”, instó.

“Estamos en el lado correcto de la historia. Reencontrando el camino que en algún momento se perdió. Construyendo entre todas y todos ese segundo piso de la Cuarta Transformación”, concluyó.

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