La reina Isabel lo había nombrado caballero en julio pasado, después de que el hombre recaudara más de 30 millones de libras para el servicio de salud en medio de la primera ola de la pandemia. Fue víctima del COVID-19
El capitán Tom Moore, ex veterano de guerra que a los 100 años se convirtió en héroe del primer confinamiento en el Reino Unido al recaudar más de 30 millones de libras para el servicio de salud, murió el martes víctima del covid-19.
Una fotografía del anciano con su chaqueta cubierta de medallas, publicada por su familia en su cuenta Twitter junto a la mención “Captain Sir Tom Moore 1920-2021”, sirvió para anunciar el fallecimiento.
Hace pocos días se supo que había contraído la enfermedad y estaba hospitalizado.
Nombrado Coronel honorario cuando cumplió 100 años el 30 de abril, Moore “se convirtió no sólo en una inspiración nacional, sino en un rayo de esperanza para el mundo”, dijo el primer ministro Boris Johnson, rindiendo homenaje a “un héroe en el verdadero sentido del término”.
La bandera británica de Downing Street fue puesta a media asta en su honor.
Con casi 107.000 muertos por covid-19, el Reino Unido es el país más castigado de Europa por la pandemia y se encuentra en su tercer confinamiento.
Durante el primero, en abril, el “capitán Tom”, veterano de la Segunda Guerra Mundial, conmocionó a todo un país cuando se propuso recaudar 1.000 libras para asociaciones vinculadas con el servicio público de salud NHS.
Se propuso, ayudado de su andador, recorrer 100 veces los 25 metros de su jardín antes de cumplir los 100 años.
Su reto provocó un enormes interés y la generosidad de la gente superó todas las expectativas.
Dos semanas más tarde, Moore recorría los últimos metros de su desafío vestido con una chaqueta cubierta de medallas entre dos filas de militares que le rendían homenaje. Acabó recaudando 33 millones de libras (42 millones de dólares al cambio de la época), suma reconocida como un récord individual por el Guinness.
Pero el anciano no paró ahí y buscó nuevos medios para recaudar fondos para el personal sanitario.
Junto al artista británico Michael Ball y los coros del NHS interpretó una versión de “You’ll never walk alone” (“Nunca andarás solo”), tema de un musical de posguerra convertido en himno de los forofos de fútbol y símbolo de la solidaridad en tiempo de la pandemia. A penas comercializada, la canción se situó en primera posición del ranking británico de sencillos.
Tom conquistó el corazón de los británicos
Isabel II envió “un mensaje privado de condolencia” a la familia, anunció el Palacio de Buckingham. “Los pensamientos de la reina y de la familia real están con la familia del Capitán Sir Tom Moore”, anunció.
Pese a que todas las investiduras reales que debían celebrarse en junio y julio habían sido aplazadas por la pandemia, la monarca había hecho una excepción el 17 de julio para nombrar caballero a este hombre entrañable que conquistó el corazón de los británicos.
Fue el primer compromiso público de Isabel II, de 94 años, desde que se aisló en marzo en el castillo de Windsor con su marido, el príncipe Felipe, de 99 años.
El fallecimiento de Moore provocó una ola de homenajes -el mítico estadio de Wembley debía iluminarse el martes por la noche en su honor- como ya había ocurrido con su 100º cumpleaños.
En aquella ocasión, dos aviones de la Royal Air Force, generalmente desplegados para actos conmemorativos de la Segunda Guerra Mundial, volaron en su honor en el cielo de Bedfordshire, su localidad de residencia al norte de Londres.
“Nunca en mi vida hubiese esperado algo así”, había dicho emocionado.
Se dio su nombre a un tren de alta velocidad, se lo nombró miembro honorario del equipo inglés de cricket y el servicio de correos estampó durante una semana todas sus cartas con un membrete especial que le desea “feliz 100º cumpleaños”.
Además recibió más de 140.000 tarjetas de felicitación de todo el mundo. Entre los remitentes figuran el príncipe Guillermo -segundo en la línea de sucesión al trono- y el capitán de la selección inglesa de fútbol Harry Kane, así como miles de niños que le enviaron sus dibujos.