TULUM, 12 de julio.— En la mañana de este miércoles, un trágico incidente tuvo lugar en la carretera entre Playa del Carmen y Tulum, cerca de Akumal. Un jaguar macho perdió la vida tras ser atropellado, según reportaron automovilistas alrededor de las 6:30 AM.
El felino fue encontrado sin vida sobre el camellón central, a pocos metros de una gasolinera.
La noticia de la muerte del jaguar en peligro de extinción, bajo la protección de la norma federal mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010, ha generado consternación y molestia entre los ciudadanos que llegaron al lugar.
Al parecer, algunos conductores pretendían llevarse al animal, pero gracias a la intervención de personas preocupadas se logró evitar su traslado.El jaguar, cuyo nombre científico es Panthera onca, es el felino más grande de América y el tercer felino más grande del mundo, superado solo por los tigres y los leones.
Puede alcanzar un peso de hasta 96 kg, medir alrededor de 1.8 metros y alcanzar velocidades de hasta 80 km/h. La esperanza de vida promedio de un jaguar es de 13 a 16 años.
Lamentablemente, este tramo de carretera no es ajeno a incidentes de este tipo. Se han registrado casos anteriores de atropellos de jaguares en la zona, como en Punta Venado, cerca del hotel Nickelodeon, donde se han colocado letreros de advertencia sobre la presencia de estos felinos.
Especialistas atribuyen estos incidentes a la búsqueda de nuevos espacios por parte de los jaguares debido a la destrucción de su hábitat natural. En la actualidad, el jaguar es una especie amenazada y ha perdido aproximadamente el 50% de su hábitat histórico.
Aunque el jaguar es capaz de habitar diversos ecosistemas, como manglares, bosques de pino templado, desiertos y áreas montañosas, tiene preferencia por las selvas bajas tropicales y los bosques subtropicales ubicados a menos de mil metros de altura. Estos lugares ofrecen una abundancia de animales, plantas y agua, fundamentales para su supervivencia.
En México, el jaguar solía habitar las regiones tropicales y subtropicales, desde Sonora y Tamaulipas en el norte del país, hasta las costas del Golfo de México y el Pacífico, Chiapas y la Península de Yucatán. Sin embargo, ha experimentado una pérdida del 40% de su distribución en el país, limitándose ahora a áreas forestales fragmentadas y de difícil acceso en las costas del Pacífico y del Golfo de México, la Sierra Madre Occidental, la Sierra Madre Oriental y el sur-sureste mexicano.
Ante la necesidad de comprender la situación poblacional de los jaguares en México, en 2008 se llevó a cabo el primer Censo Nacional del Jaguar y sus Presas (Cenjaguar) en 15 sitios prioritarios de conservación.