Con solo siete peleas como profesional en los pesados, venció al histórico boxeador en 1978, quien se retiró luego de vencerlo en la revancha
Hasta el 15 de febrero de 1978 era un desconocido. Pero ese día Leon Spinks consiguió la inmortalidad al vencer a Muhammad Ali por el título mundial del peso pesado del Consejo Mundial de Boxeo (CMB). Fue por puntos y en el ocaso del legendario boxeador, pero no por eso le quitó mérito a su hito. Casi 43 años más tarde, el 5 de febrero murió luego de varias complicaciones con su salud a la edad de 67 años.
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Fue el viernes, pero recién hoy informó su deceso Firm PR, la empresa de relaciones públicas que lo representaba a Spinks, que había sufrido de cáncer de próstata y otros tumores durante cinco años. Falleció teniendo a su lado a su esposa Brenda Glur Spinks, detalló la citada firma. Su familia anunció en diciembre de 2019 que había sido hospitalizado para recibir tratamiento por cáncer de próstata que se había extendido a la vejiga.
El ex boxeador nació en San Luis el 11 de julio de 1953 y fue infante de Marina entre 1973 y 1976. A esa altura ya empezó a pelear de forma amateur y en 1976 ganó una medalla de oro en el peso semipesado en los Juegos Olímpicos de Montreal. Al momento de su primer combate contra Ali en Las Vegas, había disputado solo siete peleas en su carrera profesional. Leon tenía 24 años y el veterano campeón, 36, y estaba en el ocaso de su histórica carrera.
Fue un combate de 15 asaltos y le proporcionó un duro castigo Ali en los últimos segundos del combate, dejándolo sin reacción. La decisión dividida fue para Spinks, quien mostró su famosa sonrisa de dientes separados después de convertirse en el único luchador en quitarle un título a Ali. De repente, el sorpresivo protagonista se convirtió en el campeón mundial de peso pesado, proclamando la memorable frase: “No soy el más grande. Solo el último”.
Aquel mítico combate fue el punto culminante de la carrera de Spinks ya que, primero, fue despojado del título del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) por negarse a defenderlo ante el principal contendiente Ken Norton. En cambio, eligió una revancha contra Ali, quien recuperó el título de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) en una decisión unánime, siete meses después de su primera pelea, y que sería la última victoria de su carrera.
Spinks peleó una vez más por el título del peso pesado, en junio de 1981, con derrota por KO técnico ante Larry Holmes y el cinturón del CMB en juego. Luego descendió a la división de peso crucero, pero perdió su única oportunidad por el título ante Dwight Muhammad Qawi en un nocáut técnico en el sexto asalto, en 1986. Spinks se retiró a los 42 años después de perder por decisión unánime ante Fred Houpe, en 1995, y terminó su carrera con un récord de 26-17-3 (14 nocáuts).
Tras participar también en lucha libre y las artes marciales mixtas más adelante, Spinks se enfrentó a problemas financieros y médicos. Después de mudarse a Las Vegas, Spinks se casó con Brenda, en 2011. Los dos fueron vistos a menudo en actividades relacionadas con el boxeo, incluida la entrada de Spinks en el Salón de la Fama del Boxeo de Nevada en 2017.
En el 2014, sufrió daños intestinales y fue hospitalizado después de tragar un trozo de hueso de pollo y fue sometido a varias cirugías. Los problemas de salud se le complicaron en el 2019 al tener que recibir tratamiento por cáncer de próstata.
Dueño de un gran carisma y popularidad, fue miembro de una familia de boxeadores, donde su hermano Michael Spinks también ganó medalla olímpica, pero en peso mediano, en las mismos juegos donde él participó. Leon forjó una carrera profesional en donde acumuló 26 victorias, 14 nocauts, por 17 derrotas y tres empates en 18 años en el terreno de paga. Leon también es padre del ex campeón de boxeo Cory Spinks.
Falleció este viernes, pero hace 43 años alcanzó la gloria eterna al ganarle a Muhammad Ali. Fue cuando Leon Spinks pasó a la historia y se convirtió en leyenda.